Los representantes de gremiales indican que el tercer
paquete de reformas tributarias se promoverá en el contexto equivocado,
debido al bajo crecimiento, pero el ministro de Hacienda advierte que
sin una mayor recaudación, el país es “insostenible”.
Los líderes de organizaciones empresariales advirtieron ayer que la nueva reforma tributaria, la tercera que promueve el Gobierno, podría obstaculizar la actividad económica porque el país está creciendo poco.
Sin embargo, el titular del Ministerio de Hacienda (MH), Carlos Cáceres, argumentó que si los ingresos por tributos no aportan hasta el 17% del Producto Interno Bruto (PIB), el país “no es sostenible” y que, además, buscan la “equidad” tributaria.
Aparte de las reformas, los empresarios se refirieron también a la colocación de US$800 millones en bonos, que también promueve Hacienda. Advirtieron que esta medida es una solución superficial para la situación de liquidez en el fisco.
El empresario Ricardo Poma, presidente del Grupo Poma, advirtió que por ahora no conviene impulsar otra reforma. “La situación económica y el crecimiento del país son muy difíciles en este momento; es decir, pensar en más impuestos y en una carga adicional para muchos de los empresarios sería difícil de aceptar, sobre todo en un momento donde no se ve que ha habido realmente un control tan estricto de los gastos”, comentó el empresario.
Poma cree que aún hay trabajo por hacer en materia de eficiencia y de austeridad, porque “el tema de déficit tiene que ver con ingresos, pero tiene que ver también con gastos”.
En este sentido, hizo eco de los comentarios que han hecho otros líderes empresariales. “Entre las cosas que los empresarios han estado diciendo está que hay una impresión de que hay bastante derroche en muchas cosas y que no se ha implementado una política de austeridad”, concluyó.
Carlos Guerrero, presidente de la Cámara Salvadoreña de la Industria de la Construcción (CASALCO), dijo que es necesario dar un “compás de espera” para que tome posesión el nuevo Gobierno.
“El Gobierno entrante ha dado señales de ser austero y tratar de reducir el gasto corriente, y también ha dado señales de diálogo con el sector privado. Entonces hay que tratar de esperar a que la economía crezca antes de entrar con nuevos impuestos”, apuntó Guerrero.
Hacienda busca que los US$800 millones en bonos, que se pagarán en varios años hacia adelante, sustituyan una deuda que vence en menos de un año. “Hay que analizarlo, porque no puede estar ocurriendo de manera tan casual y tan recurrente. Tienen que haber limites y esto tiene un impacto”, agregó el presidente de CASALCO.
Claudia de Ibáñez, presidente de la Cámara Americana de Comercio (AmCham), manifestó: “Es la oportunidad para que nos sentemos a dialogar y ver qué futuro queremos para nuestro país”.
A juicio de la presidenta de AmCham, será necesario tener medidas que causen un impacto por mayor tiempo para generar ese crecimiento que tanto se necesita pero que no se está viendo: que más empresas vengan y que las que ya están aquí se sientan cómodas y ayuden a los trabajadores a tener un empleo digno.
También Elena de Alfaro, presidenta de la Fundación Empresarial para la Acción Social (FUNDEMAS), criticó el endeudamiento de los US$800 millones. No tiene ninguna viabilidad si no tiene ingresos del 17 % de recaudación sobre el PIB, dijo.
“El salvadoreño no está en la capacidad para pagar más... En lo que puedo estar de acuerdo es en que empecemos a dejar de gastar tanto y empecemos a ver en qué somos más productivos”, indicó De Alfaro. La empresaria exportadora dijo que es necesario buscar el crecimiento económico sostenible, ya que es así como el Gobierno tendrá más recursos.
Defiende medidas
Cáceres explicó que la tercera reforma es parte de un proyecto más amplio que se comenzó a preparar desde 2009, año en que tomaron posesión. Ese mismo año también promovieron la colocación de US$800 millones en bonos para reducir el saldo de deuda de corto plazo acumulado de la gestión anterior.Ayer, el funcionario explicó que no se trata de una reforma improvisada: “Es la misma reforma, solo que la hicimos en tres partes para que fuera suavemente aceptada por la población”.
La meta es que los impuestos aporten el equivalente al 17% de todo lo que produce El Salvador en un año. Si esa meta no se cumple, dijo Cáceres, el país “no tiene ninguna viabilidad”.
También matizó que buscan la equidad tributaria y que no afectarán a personas que ganan desde US$5.000 hacia abajo. Este segmento de la población, a juicio del ministro, es parte de la clase media. En este sentido, agregó que los nuevos tributos se están aplicando a “la actividad puramente fructuaria” o que genera ganancias adicionales y no a la actividad productiva.
Finalmente, aclaró que después de los US$800 millones en eurobonos se impulsará otra colocación por US$350 millones. La diferencia será el plazo de pago, porque tienen un vencimiento intermedio entre la deuda de corto plazo y los eurobonos. Además, los eurobonos pueden venderse en mercados internacionales y la segunda emisión será en el mercado local.
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