Cortesía de Studio Domus
Fuente: Revista Summa
Jueves, 01 de Mayo de 2014 21:13
Recién se entregaron los premios a la excelencia de
Cementos Progreso y fue este proyecto diseñado por la firma de
arquitectura Studio Domus, que logró el primer lugar por su propuesta de
apartamentos.
Un proyecto poco convencional que marcó el inicio de los edificios de gran escala, construidos con un sistema constructivo de muro reforzado. Fue el primero de su tipo en utilizar instalaciones de gas independiente en cada apartamento y el primero en beneficiarse de un programa de incentivos municipales, que permitió incrementar en un 33% el área construible del edificio y elevar su altura de 11 a 18 niveles.
El desarrollador asechó la oportunidad de la crisis mundial, la cual proponía un cambio de mentalidad en los consumidores y los hacía reconsiderar su estilo de vida para bajar gastos. El reto fue lograr una residencia cómoda, funcional y muy bien iluminada en espacios reducidos. Agregado a lo anterior, la firma de arquitectura se propuso desarrollar un edificio con características sostenibles.
El edificio se divide en dos grandes masas: el pedestal que ocupa la totalidad del terreno, utilizado para vestíbulo principal y estacionamientos de vehículos; luego la torre de apartamentos con el 100% de los muros de concreto reforzado; ambas estructuras unidas por un diafragma masivo llamado losa de transición, la cual transfiere las cargas de los muros de los apartamentos a unas gigantescas vigas de hormigón reforzado de 1,40 metros de peralte, que luego se interconectan con los muros de carga del bloque inferior. El estacionamiento es un gran cajón estructural donde su muro perimetral y sus muros-columna forman parte de la innovadora solución sísmica. Lo que se creía podría ser una “camisa de fuerza” resultó ser usado para lograr la proporción y el orden al diseño del complejo.
Arquitectura para ser habitada
El impacto social de una azotea ubicada en el 15 nivel fue notorio al ofrecer un espacio tranquilo, soleado y con una vista excepcional de la ciudad. Las bancas, el entrepiso de madera y los inesperados jardines dan un aspecto acogedor a este observatorio citadino que propone un lugar apartado del ruido. El cambio en estilo de vida de los futuros residentes obligó a replantear cada parte del proyecto, todo debía ayudar a la economía y su mantenimiento futuro. El estacionamiento se diseñó únicamente para vehículos pequeños y medianos, estipulando en el reglamento interno la prohibición de ingresar automóviles grandes e ineficientes. Otra estrategia para disminuir el uso del elevador es que se dejaron las gradas de entre pisos accesibles y con rótulos que motivan el mejoramiento de la salud al hacer uso de ellas y no de los elevadores. La iluminación y ventilación natural de los apartamentos ayudaría a reducir también sus costos de energía mensuales. Las terrazas verdes se diseñaron para cumplir con tres propósitos sostenibles: minimizar la radiación solar de la losa del nivel inferior y así ayudar a refrescar la temperatura interior; minimizar el reflejo solar y con ello el calentamiento atmosférico; y lograr que el agua de lluvia sea recolectada para usarse en el sistema de riego del edificio.
El sitio era originalmente un lote baldío de 5.000 metros cuadrados en medio de una zona donde extrañamente se fusionan todos los niveles socioeconómicos, generando una sinergia comercial que beneficia a su comunidad por igual. La solución arquitectónica resultó ser un edificio en forma de “H” (visto desde el cielo), la cual generó ocho apartamentos por planta y una bella forma escalonada. En las esquinas se ubican los apartamentos medianos que se benefician con 270 grados de vista y ventilación cruzada, compartiendo un solo muro con el vecino, que a la vez divide ambas cocinas. Además de privacidad y ventilación, todos los residentes pueden salir a las terrazas verdes que se localizan en nivel 2 y 15.
La terraza inferior y más grande, está colocada arriba del estacionamiento y a más de cuatro metros de altura de la calle. Se diseñó como una gran plaza con jardines, áreas de estar con bancas de madera, un carril de 250 metros para trotar o caminar ininterrumpidamente, áreas de recreación infantil, un gimnasio y un salón de usos múltiples.
Se aprecia como un proyecto de exquisita simpleza arquitectónica, congruente con su estilo interior, logra demostrar el impacto positivo que puede tener a nivel urbano cuando se diseña correctamente.
Impacto económico positivo
Con un anteproyecto sorprendente, un estudio de mercado con resultados positivos y una proyección de costos de obra, decidieron salir a la venta, justo una semana después de iniciada la crisis financiera global de 2008. Tan solo un mes después, en octubre de ese mismo año, los 108 apartamentos habían sido vendidos en su totalidad.
Acerca de Studio Domus
Studio Domus se inicia en el año 2002 como una firma especializada en diseño arquitectónico y construcción con clientes como multinacionales, ONG’s, organismos internacionales y empresas locales de alto perfil. La firma está dividida en 3 departamentos: diseño corporativo, de uso mixto (centros comerciales y hoteles) y diseño residencial. Sus pilares son: tecnología, sostenibilidad y vanguardia; como punta de lanza: el diseño conceptual al día con las tendencias mundiales. Cuentan ya con 7 proyectos certificados “LEED”, lo que garantiza se cumplen los conceptos humano, económico y ecológico en los procesos de edificación. Studio Domus diseñó las oficinas de PUMA: primer proyecto con certificación LEED en Guatemala, luego las oficinas de Pepsico, BDF (Nivea), CMI (Multiinversiones en su división pecuaria y de energía) y ahora, las oficinas de Studio Domus que están calificando para una certificación “LEED Gold”.
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