InnovaciónLos hermanos Luis y Rolando Chinchilla crearon, hace ocho años, la compañía de ingeniería Opia, especializada en alta tecnología. La empresa fue una de las primeras del país en ofrecer el servicio de cuarto limpio para manipulación de equipo quirúrgico y microprocesadores a firmas multinacionales instaladas en Costa Rica y Centroamérica.
Perfiles novedosos como el de esta compañía son la excepción entre el conjunto de nuevos emprendimientos que surgen en el país.
Casi tres cuartas partes de las empresas nacen de ideas poco innovadoras, y son contadas las que tienen una vocación exportadora, según el Reporte nacional 2012: la situación del emprendimiento en Costa Rica.
La investigación, elaborada con la metodología del Global Entrepreneurship Monitor (GEM), muestra que el 73% de las nuevas compañías creadas no ofrecen ningún servicio o producto novedoso a sus clientes, mientras que en las firmas ya establecidas la relación es de un 60%.
Asimismo, el 63% están orientadas a brindar servicios al consumidor, principalmente en comercio.
“La etapa comercial en el país está superada. ¿Por qué no hay productos nuevos en el país? Porque se requiere innovar y tener un conocimiento profundo, que se adquiere en las universidades, la academia y los parques industriales”, enfatizó Óscar Luis Chaves, presidente de Aldesa e impulsor de programas de financiamiento privado para nuevos negocios.
Para Luis Jiménez, director de la Agencia Universitaria para la Gestión del Emprendimiento, de la Universidad de Costa Rica, a los empresarios locales les hace falta novedad y altura inventiva.
Marcelo Lebendiker, coordinador del reporte GEM, dijo que el emprendedor surge por subsistencia. “Si la persona sabe cocinar, se pone una venta de comida”, afirmó.
En Costa Rica hay 300.000 adultos que están creando nuevas empresas, lo que significa un crecimiento de un 20%, versus el primer estudio GEM, hecho en el 2010.
Freno. La falta de recursos para el emprendedor con ideas innovadoras sigue siendo una debilidad del país. “La innovación en los países desarrollados nace en las universidades; Google es un ejemplo. Pero aquí hay falta de presupuesto. Es muy difícil para alguien que desea empezar una idea no contar con una plataforma para arrancar. Tampoco hay grupos ángeles que hagan fondeo”, enfatizó Jorge Ulate, de Aureos Capital, una firma dedicada a invertir en empresas con alto potencial de crecimiento en América Central.
Mayi Antillón, ministra de Economía, recalcó que pondrán a disposición del plan Capital Semilla ¢1.000 millones (US$2 millones)para proyectos en las áreas de biotecnología y energías renovables, entre otras. “Queremos dar respuesta a las demandas crecientes de los emprendedores sin apoyo financiero”, dijo.
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