La puesta en marcha de nuevos proyectos pone a prueba el sistema de energía.
Así como crece el número de hoteles, de puertos y de servicios que ofrece el país, así mismo, aumenta la demanda de energía. El consumo desafía a la generación, lo que supone un riesgo para el sistema, según un experto.
Las estadísticas de la Contraloría General de la República de Panamá reflejan que en los cinco primeros meses del año (2013) la generación de energía aumentó 6,2%. De enero a mayo la energía eléctrica disponible para el consumo subió de 3.365 millones de Kwh a 3.467 millones de Kwh. Durante este periodo la generación hidraúlica fue de 1.819 mientras que la térmica aportó 1.525 millones.
El crecimiento económico que experimenta la capital panameña ha incrementado la demanda de energía este año (2013), señaló Fernando Marciscano, gerente de la Empresa de Distribución Eléctrica, (ETESA).
El funcionario de ETESA asume que ‘las nuevas construcciones originaron el aumento de la demanda energética’.
Jose’ Isabel Blandón, ex director del Instituto de Recursos Hidraúlicos y Electricidad (IRHE), coincide con Marciscano, ‘el incremento en el consumo energético se ha fusionado con el crecimiento del país en los últimos diez años’.
El exdirector del IRHE señaló que la demanda energética crece al mismo ritmo que el país, que experimenta un crecimiento neto de 7,8% (descontando la inflación).
Ambos expertos están convencidos que la generación de energía que existe soporta la demanda actual, sin embargo, en dos años (2014 y 2015) la situación podría complicarse.
A partir del próximo año, proyectos como el Metro de Panamá, empezarán a demandar energía y ‘las actuales líneas de transmisión están saturadas’, dijo Blandón. Estos dos escenarios producirán que la demanda se acerque más a la oferta y ‘cuando esto ocurre cualquier problema que ocurra es peligroso’, señaló el ex director del IRHE.
Blandón advierte que se requiere urgentemente que se inicie la construcción de la Tercera Línea de Transmisión Eléctrica, que se prevé que estará construida en dos años y medio (2016) y cuyo proyecto se encuentra actualmente en un proceso de licitación, para que se logre una mayor transmisión de energía y confianza en el sistema.
Además, Blandón recomienda a las autoridades diseñar un plan de generación para los próximos 20 años.
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