niciativa en la ciudad de Atenas, en Grecia
Restaurante web conecta a chefs con los ‘gourmets’
Sin tiempo para cocinar, clientes ordenan comida a través de sitio web
Cookisto.com funciona bajo la lógica de los mercados en línea
Luego de hacer varias maestrías en el extranjero que lo llevaron a Francia, China y Estados Unidos, Mijalis Gontas regresó a Grecia para llevar a la práctica lo que ya había sido tema de su tesina: Cookisto.com. | EFE
Cookisto.com funciona bajo la lógica de los mercados en línea
Luego de hacer varias maestrías en el extranjero que lo llevaron a Francia, China y Estados Unidos, Mijalis Gontas regresó a Grecia para llevar a la práctica lo que ya había sido tema de su tesina: Cookisto.com. | EFE
EFE
Unos cocinan con pasión, a otros les encanta comer bien, pero no
entienden de fogones o no tienen tiempo para preparar un menú. Unir las
dos ideas ha sido la fuente de inspiración de un nuevo restaurante on line surgido en medio de la vapuleada Grecia.
Cookisto.com
, una plataforma de Internet nacida hace un año en Atenas, brinda a
personas que no desean cocinar –y están hartas de la comida rápida,
pero gustan de mimar su paladar– la posibilidad de disfrutar de menús
caseros preparados por cocineros aficionados que quieren compartir sus
platos.
La plataforma, creada por Mijalis Gontas –de
26 años–, funciona siguiendo el sistema de los mercados en línea. El
cliente se registra y elige entre 1.300 cocineros que ofrecen algunas
raciones del plato que vayan a preparar para sí mismos o sus familias
ese día.
Una vez elegido el plato y el cocinero, el
cliente lo agrega al carro de compra, paga y acuerda con el cocinero la
hora y el lugar de entrega.
Berenjenas al parmesano,
tomates y pimientos rellenos con carne picada y arroz o cerdo al horno a
las mil especias son algunos de los platillos que se pueden elegir.
“La idea me surgió estando todavía en secundaria, pero entonces me
pareció descabellada. Cuando empecé a estudiar, conocí el mundo de los
emprendedores y de la llamada economía del compartir, en la que puedes
alquilar una casa ajena o el coche del vecino, y así entendí que mi idea
no era tan alocada”, explicó Gontas a Efe.
En un
año, el pequeño equipo de cinco personas que conforman esta empresa ha
logrado captar a 12.853 clientes y contar con la colaboración de 1.286
cocineros. Más que un restaurante on line , Cookisto.com pretende ser una red social.
“Algunos cocineros lo hacen para sacarse algún dinerillo, pero para
muchos es más importante el elemento social, encontrar gente que
reconozca su arte culinario” , comentó Gontas.
Al
igual que en otros mercados en línea, el comprador paga una comisión por
cada artículo que adquiere; de esas comisiones vive la empresa. “En
breve abrimos en Londres, que es un mercado muy fuerte porque tiene
mucha cultura gastronómica y más penetración en el mundo de Internet que
Grecia”, relató Gontas a EFE.
La red de cocineros se
ha ido forjando casi sola. Los mejores promotores son los propios
‘chefs’; uno recomienda a un vecino, este a un amigo y así
sucesivamente.
“Yo empecé en Cookisto porque después
de tener que dejar de trabajar para dedicarme a criar a mis tres hijos,
empecé a cocinar todos los días y me di cuenta de que siempre me sobraba
comida”, comentó Marilena Kriti.
Kriti contó que
buscando solución a qué hacer con tanta comida, empezó a navegar en
Internet en busca de algún proyecto que le ofreciera alguna solución.
“Lo primero que me surgió fue esta página de Cookisto, y me pareció una idea magnífica”, dijo.
Kriti vive en un barrio de clase media alta, algo alejado del centro.
Sus clientes son personas que trabajan en alguna de las muchas oficinas
que hay a su alrededor.
En lugar de salir a comer,
algo cada vez más complicado en el sexto año de crisis o de comprar algo
en un establecimiento de cocina rápida, optan por quedarse en la
oficina y comer algo casero.
“Suelo preparar platos
entre tres y cuatro veces por semana. Como mis clientes están en un
radio de un kilómetro, se los llevo en carro a una hora acordada”,
relató.
Ayer preparó algo sencillo, veraniego y no
precisamente el plato nacional griego: un tabulé, la tradicional
ensalada árabe a base de perejil y cuscús.
Terminó la ensalada y la envasó en recipientes de aluminio. Los cerró y con un rotulador escribió: “Que aproveche, Kostas”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario