El dato español contrasta además con el de países como
Francia, donde sólo uno de cada cuatro ciudadanos sería favorable a
trabajar tras cumplir la edad legal de retiro.
El 46% de los españoles está dispuesto a seguir trabajando más allá de la edad legal de jubilación, una proporción similar (47%) a los que creen que tendrán que hacerlo forzosamente por necesidades económicas, según un estudio del Instituto Aviva de Ahorro y Pensiones en el que se analiza la actitud de los consumidores de seis países (Reino Unido, España, Francia, Italia, Irlanda y Polonia).
El estudio de Aviva refleja también que seis de cada diez españoles manifiesta su preocupación por no disponer de recursos que les proporcionen un nivel de vida adecuado tras la jubilación. Aún así, uno de cada tres españoles reconoce que no se ha preparado económicamente para el futuro.
El informe constata además que en el último año se ha generado una tendencia "ligeramente al alza" en cuanto al optimismo sobre la economía doméstica de las familias españolas. De los seis países europeos que participan en el estudio, España es el único que refleja un balance positivo en este punto, ya que dos de cada diez encuestados considera que la economía doméstica mejorará, frente a un 18% que afirma lo contrario.
Los datos de España contrastan, por ejemplo, con los de Italia, donde el 35% de los encuestados prevé un empeoramiento de la economía familiar y sólo una décima parte cree que mejorará.
Aunque en términos generales las perspectivas sobre la evolución de la economía española siguen siendo negativas, Aviva resalta que se ha producido un movimiento positivo respecto a las últimas oleadas. Así, una cuarta parte de los españoles (25%) creen que la situación económica del país empeorará durante el próximo año, mientras que uno de cada cinco (22%) espera mejoras.
UNO DE CADA TRES ESPAÑOLES TIENE PENSIONES PRIVADAS
En España, seis de cada diez consumidores tienen ahorros, una tercera parte cuenta con una pensión privada (34%) y uno de cada cinco tiene alguna forma de inversión (19%).La principal preocupación de los españoles es tener que hacer frente a gastos inesperados (reparaciones de coche y hogar, enfermedades graves o aumento de precios de bienes básicos), seguida de la posibilidad de un despido (45%) y de la pérdida o cambios en el sistema de protección social (42%).
Respecto al último punto, los españoles son los europeos más preocupados por las pérdidas en las cuantías de prestaciones públicas que pueden ocasionar las últimas reformas.
Frente a la situación de incertidumbre generalizada, los españoles recortan gastos en salir a comer en restaurantes (60%), vacaciones (57%) y ocio (50%), y donde menos han recortado son en seguros de hogar/vehículos/no vida (17%), salud y medicinas (8%) y pensiones privadas (9%).
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