Emprendedurismo centroamericano

Jóvenes emprenden negocio con miel de abeja en El Salvador

Fuente: El Diario de Hoy Lunes, 01 de Octubre de 2012 09:01 Proyecto de ONG, MAG y Conamype beneficia a habitantes de Cabañas y Cuscatlán, que pronto exportarán su primera cosecha


La producción de miel se ha convertido en una fuente de empleo entre una decena de jóvenes de Ilobasco, acostumbrados a la agricultura y la ganadería, pero que hoy han cambiado la tierra y las reses por las abejas y los panales.
Edwin Menjívar, de 22 años, y Gerson López, de 20, forman parte de la primera promoción de graduados de la Escuela Apícola de Ilobasco, un proyecto impulsado por Plan Internacional, la organización juvenil Moje, la Comisión Nacional de la Micro y Pequeña Empresa (Conamype) y el Ministerio de Agricultura y Ganadería para ofrecer a los jóvenes de Cabañas y Cuscatlán nuevas formas de ocupación.
La iniciativa, que espera formar a un total 60 muchachos hasta 2014, cobra importancia para el desarrollo de este segmento poblacional y sus familias si se toma en cuenta que el nivel de desempleo en ambos departamentos es del 10%, más o menos tres puntos arriba que la tasa promedio a nivel nacional, y, por otro lado, a pesar de que Cabañas es la sede de un Megatec en el que los bachilleres pueden recibir educación técnica superior, difícilmente encuentran oportunidades debido a que las cuotas siguen siendo altas, afirmó Lucio León, Gerente de Programas de Plan, en Cabañas.
Bajo este panorama, ayudar a los jóvenes a emprender sus propios negocios ha sido la prioridad de las organizaciones no gubernamentales como Plan y Moje.
Oportunidad de trabajo
En diciembre de 2011, junto a López y Menjívar se graduaron otros 11 chicos, y de ellos, los nueve más destacados poseen ya sus propios emprendimientos o criaderos de abejas, llamados apiarios, y esperan empezar la cosecha el próximo mes.
"Yo no sabía nada de apicultura. Me dedicada a las milpas y a la ganadería, pero me llamó la atención el curso y me metí. Si tengo que comparar, definitivamente esto me ha gustado más que lo otro, y mis padres me apoyan", cuenta Menjívar, quien ya estimó que su primera producción rondará entre las 600 y 700 botellas. Después de que el programa le regaló 13 colmenas, con los conocimiento aprendidos en clase las dividió hasta lograr 20.
La historia de López es diferente, porque, de acuerdo con el joven, antes de éxito con la actividad apícola "nadie tenía fe en él". En el instituto recibió un curso de cocina, pero que le había valido únicamente para preparar las comidas en su casa; sin embargo, el apiario de 18 colmenas que ha alimentado religiosamente durante la época lluviosa, cuando las abejas difícilmente pueden recolectar alimentos por sí mismas, está por reportarle sus primeras ganancias.
La capacitación que reciben los jóvenes durante el curso no se limita a la crianza de abejas y la producción de miel, de acuerdo con el maestro de la Escuela, Jaime Barahona, también se proporciona un módulo de gestión empresarial y de habilidades para la vida.
Precisamente, en una de esas clases a los estudiantes se les ocurrió que podían innovar el producto agregando otros componentes como canela, jengibre y propolio para crear diferentes presentaciones con fines medicinales. "Valor agregado", define con propiedad Menjívar.
En temporada de buenos precios, un productor puede vender la unidad de miel hasta en $4; sin embargo el valor puede descender hasta $2.25, explicó Marta Chacón, maestra de la Escuela de Apicultura y Tesorera de Apicabañas, la asociación de productores de miel que ayudará a los emprendedores a colocar su primera producción con un exportador.
Anualmente, la asociación, conformada por 37 apicultores adultos, comercializa alrededor de 150 barriles con una empresa salvadoreña que vende el producto a Europa. La miel de los nueve jóvenes tendrá el mismo rumbo, dijo Chacón.
A pesar de irles bien con exportación, la asociación y los recién graduados tienen planes más ambiciosos y quieren registrar su propia marca de miel para poder ingresar al mercado nacional, a los supermercados, donde, según la tesorera de Apicabañas, podrían lograr mejores precios.
"Lo que estamos viendo es lo que pueden hacer los jóvenes cuando se les dan las oportunidades. En dos años imaginemos hasta dónde llegarán y el impacto positivo que esto puede tener en su vida, la de su familia y la de sus hijos", reflexionó León.