Hooters afina su menú de aperturas
Invertirá $200.000 en centro de acopio
La cadena de restaurantes “casuales” Hooters invertirá cerca de $1
millón en la apertura de lo que será su cuarta ubicación en Costa Rica, a
saber, en el centro comercial Paseo Metrópoli –que se construye en
Cartago–, para lo cual contratará a 50 personas.
No será la única apertura: los dueños de la franquicia de esta marca estadounidense –Creación de Capitales– planean abrir otros locales para el 2013 (uno o dos) y al menos dos más para el 2014.
Es decir, manejarán casi ocho en cuestión de dos años.
Además, edificará un centro de acopio para concentrar en un solo punto las tareas de producción diaria de algunos de sus productos y así estandarizar las recetas terminadas que sirven en cada uno de sus establecimientos en San Pedro, Heredia y Escazú.
Su gerenta general, Verónica Caballero, explicó que este centro también servirá como bodega principal para el almacenamiento de materias primas y otra parte –500 metros cuadrados– será para oficinas administrativas.
“El proyecto de construcción inicia en octubre y para ello se invertirán unos $200.000 aproximadamente”, relató Caballero.
Caballero argumenta que, como cualquier otra franquicia, esta marca pasó un período de reconocimiento por parte de la clientela y un estudio de mercado para valorar su expansión y llevarla a otros lugares.
La expansión coincidió, además, con el ingreso de un nuevo equipo gerencial.
Otras cadenas similares, sin embargo, han inaugurado más sedes en menor tiempo. Por ejemplo Applebee’s inició en el 2009 con su local en Santa Ana; a finales del año pasado le tocó el turno al de San Pedro y ya firmó contrato para instalarse en un centro gastronómico en La Aurora de Heredia.
Chili’s, por su parte, anunció en setiembre pasado un plan de cinco locales en el país para los próximos tres años. El primero está en Multiplaza Escazú.
Según manifestó su gerente general, Andrés Gómez, esta apertura implicó una inversión de $2 millones para un espacio de 500 metros cuadrados.
Agregó que, antes de finalizar el 2012, se abrirá el segundo Chili’s en Plaza Lincoln, en Moravia.
En este mismo segmento de mercado competirá BW Buffalo Wings, que la semana pasada abrió sus puertas en la también recién inaugurada Plaza Tempo en Avenida Escazú.
Pablo Villalta, socio y gerente general de esta franquicia, detalló que se trata de un espacio de 600 metros cuadrados y requirió una inversión de $700.000.
El plan de Villalta es tener cuatro más entre el 2013 y el 2014.
Como se recordará en restaurantes casuales también vienen los conceptos de Moe’s, Cosi, Spoletto, Pollo Tropical y Hard Rock Café.
Ellos se unirán a una lista de marcas ya instaladas en el país, entre ellas, Outback, TGIF, Friday’s, Chichi’s y Tacontento.
Chichi’s, por ejemplo, ya tiene tres ubicaciones y según su dueño, John Gross, hay planes para abrir uno más en Santa Ana.
Como reconocimiento a esa fidelidad –que para muchos implica ir a comer tres o cinco veces a la semana– la cadena lanzó su programa de lealtad.
Primero se les brinda una tarjeta Orange Card con la que se pueden acumular puntos que luego son redimibles en cualquiera punto de venta. Luego de tres meses el cliente puede optar por otra tarjeta, la Gold VIP, que le permite descuentos del 15% y entrada a eventos especiales.
No será la única apertura: los dueños de la franquicia de esta marca estadounidense –Creación de Capitales– planean abrir otros locales para el 2013 (uno o dos) y al menos dos más para el 2014.
Es decir, manejarán casi ocho en cuestión de dos años.
Además, edificará un centro de acopio para concentrar en un solo punto las tareas de producción diaria de algunos de sus productos y así estandarizar las recetas terminadas que sirven en cada uno de sus establecimientos en San Pedro, Heredia y Escazú.
Su gerenta general, Verónica Caballero, explicó que este centro también servirá como bodega principal para el almacenamiento de materias primas y otra parte –500 metros cuadrados– será para oficinas administrativas.
“El proyecto de construcción inicia en octubre y para ello se invertirán unos $200.000 aproximadamente”, relató Caballero.
Todo a su tiempo
La oleada de inversiones en Hooters llega tras un proceso de calma luego de su llegada al país en el 2005 en Escazú, pues pasó prácticamente cinco años sin nuevos anuncios.Caballero argumenta que, como cualquier otra franquicia, esta marca pasó un período de reconocimiento por parte de la clientela y un estudio de mercado para valorar su expansión y llevarla a otros lugares.
La expansión coincidió, además, con el ingreso de un nuevo equipo gerencial.
Otras cadenas similares, sin embargo, han inaugurado más sedes en menor tiempo. Por ejemplo Applebee’s inició en el 2009 con su local en Santa Ana; a finales del año pasado le tocó el turno al de San Pedro y ya firmó contrato para instalarse en un centro gastronómico en La Aurora de Heredia.
Chili’s, por su parte, anunció en setiembre pasado un plan de cinco locales en el país para los próximos tres años. El primero está en Multiplaza Escazú.
Según manifestó su gerente general, Andrés Gómez, esta apertura implicó una inversión de $2 millones para un espacio de 500 metros cuadrados.
Agregó que, antes de finalizar el 2012, se abrirá el segundo Chili’s en Plaza Lincoln, en Moravia.
En este mismo segmento de mercado competirá BW Buffalo Wings, que la semana pasada abrió sus puertas en la también recién inaugurada Plaza Tempo en Avenida Escazú.
Pablo Villalta, socio y gerente general de esta franquicia, detalló que se trata de un espacio de 600 metros cuadrados y requirió una inversión de $700.000.
El plan de Villalta es tener cuatro más entre el 2013 y el 2014.
Como se recordará en restaurantes casuales también vienen los conceptos de Moe’s, Cosi, Spoletto, Pollo Tropical y Hard Rock Café.
Ellos se unirán a una lista de marcas ya instaladas en el país, entre ellas, Outback, TGIF, Friday’s, Chichi’s y Tacontento.
Chichi’s, por ejemplo, ya tiene tres ubicaciones y según su dueño, John Gross, hay planes para abrir uno más en Santa Ana.
Fidelidad de clientes
Hooters, por su parte, recibe unos 16.000 visitantes por local al mes en promedio y factura alrededor de ¢80 millones mensuales.Como reconocimiento a esa fidelidad –que para muchos implica ir a comer tres o cinco veces a la semana– la cadena lanzó su programa de lealtad.
Primero se les brinda una tarjeta Orange Card con la que se pueden acumular puntos que luego son redimibles en cualquiera punto de venta. Luego de tres meses el cliente puede optar por otra tarjeta, la Gold VIP, que le permite descuentos del 15% y entrada a eventos especiales.
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