Fuente: Siglo 21 (Guatemala) Lunes, 24 de Diciembre de 2012 10:34 El contrabando fue uno de los principales problemas que afectaron al sector industrial en el curso de 2012; tanto así que el sector privado estima pérdidas por más de US$757 millones.
El contrabando fue uno de los principales problemas que afectaron al sector industrial en el curso de 2012; tanto así que el sector privado estima pérdidas por más de US$757 millones, así como el cierre de empresas y el retiro de empresarios a otros países. Esto, pese que la Secretaría Ejecutiva de la Comisión Nacional de Combate al Contrabando (Conacon) reporta avances a través de 479 operativos en cuatro meses.
La principal desventaja para combatir el contrabando en Guatemala ha sido la falta de recursos, y aunque el sector privado reconoce algunos logros del Gobierno, este flagelo continuó durante todo el año.
El director ejecutivo de la Cámara de Industria de Guatemala (CIG), Javier Zepeda, declaró que el contrabando le cuesta al fisco más de US$757 millones al año.
Algunos de los sectores más afectados son los expendios de combustibles, que estiman un contrabando de US$67 millones al año, solo de Impuesto al Valor Agregado (IVA), así como en la distribución del mismo
En huevos, provenientes de México, representa alrededor del 15% del consumo nacional; en arroz es el 25% del consumo total (25 mil toneladas métricas al año), el consumo de bebidas carbonatadas es de 10% (más de 40 millones de botellas anuales), el 13% en las bebidas alcohólicas y el 14% en cigarrillos al año.
Sin embargo, Conacon reporta algunas acciones positivas en operativos realizados del 17 de julio al 18 de octubre, publica Siglo 21.
Pasos que avanzan
La encargada de Comisión, Claudia Méndez, mencionó que actuar en conjunto mediante la Conacon, con instituciones como la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT), los ministerios de Salud Pública, de Agricultura, Ganadería y Alimentación (MAGA) y de Economía (Mineco), el Ejército, la Policía Nacional Civil (PNC), Dirección General de Migración y el Ministerio Público (MP) permitió resultados positivos.
Méndez expresó que del 14 de junio al 14 de septiembre, se efectuaron 273 operativos, en los que se logró detener a 54 personas y se tuvo como resultado US$170.000 de materia incautada procedente de contrabando, de la cual el impuesto dejado de percibir es de US$149.000; mientras que de mercancía incautada procedente de defraudación fue de US$419.000, con impuesto dejado de percibir de US$95.900.
Acciones de la SAT
La Intendencia de Aduanas de la SAT reportó que en 2012 (a la fecha) se registran mercancías sujetas a proceso por contrabando aduanero valoradas en US$2,8 millones, de las cuales se calcula que se han dejado de percibir impuestos por US$1 millón. Mientras que de casos de defraudación aduanera la mercancía es de US$1,17 millones, con un impuesto estimado de US$303.000. De estos casos hay 96 procesos penales por contrabando aduanero y 79 por defraudación aduanera.
El intendente de Aduanas, Óscar Funes, comentó que en 2012 con la integración de Méndez a la Conacom se logran mejores resultados que el año pasado, porque los operativos son más intensos y se realizan de forma integral, basado en inteligencia que recoge el Ministerio de Finanzas y de Gobernación.
“Establecer cuánto deja de recibir la administración tributaria es complicado porque el contrabando es ingreso de mercadería que pasa fuera de las aduanas. Por lo que no se tiene ese control”, dijo.
Resaltó que aunque el sector privado señala que son miles de miles de quetzales, ellos no pueden acceder a las fuentes de información que utilizan, por lo cual no pueden validarlas.
La diferencia entre el contrabando y la defraudación es que la mercancía del primero no pasa por las instalaciones de las aduanas; mientras que la defraudación es un delito en el que las personas tratan de ingresar mercancía pasando por las aduanas.
“Muchos lo hacen con subvaloración del valor, unos con subvaloración de la cantidad de mercancía y otros con una clasificación diferente”, dijo Funes.
Las formas de defraudar al fisco son dos: una es la importación de productos, los cuales deben pasar por tres aduanas marítimas y una terrestre en Tecún Umán.
La otra es en el tránsito de mercancía que va de un país a otro, principalmente a Honduras y El Salvador, pues el producto se queda en el país.
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