Estilo empresarial de mandatario roza con institucionalidad
Obras sin licitación en Panamá causan sospechas de corrupción
Administración inició gran cantidad de trabajos, pero sin escuchar ofertas
Contratación directa de proyectos despierta dudas e inquietudes
Panamá. La administración del presidente panameño
Ricardo Martinelli será difícil de olvidar para los ciudadanos, pues
–por un lado– inició más obras que las realizadas en las últimas cuatro
décadas, pero al mismo tiempo afronta una lluvia de reclamos por la
forma como se contrataron muchos de los trabajos.
La manera como el gobernante agilizó el comienzo de
varias autopistas, pasos a desnivel, el saneamiento de la bahía de la
capital, así como la ampliación y reparación de otras obras fue mediante
la contratación directa.
En este
momento se ejecutan obras de infraestructura vial por $3.200 millones,
entre ellas autopistas de cuatro carriles entre David y Boquete,
Chiriquí; de Divisa (Chitré) hasta Las Tablas (Los Santos), y otra entre
Paso Canoa y Puerto Armuelles (Chiriquí).
La
falta de un proceso de licitación para la entrega de trabajos disparó
los cuestionamientos, sin que hasta ahora se hayan podido comprobar
casos de corrupción.
La mayoría
de los reclamos están centrados en el Ministerio de la Construcción.
Entre ellos destaca la Cinta Costera, un proyecto de más de $1.017
millones, cuya primera etapa se extiende a lo largo de 26 hectáreas
ganadas al mar desde punta Paitilla y hasta el sector de Marañón, en la
capital.
El economista de la
Universidad de Panamá y analista político Juan Jované lo planteó así:
“Para el que conoce del sector público ya se le hace sospechoso tanto
contrato directo. En una sociedad que funciona bien, el contrato directo
es la excepción y no la regla”.
Jované va más allá y agrega: “Cuando hay contratación directa, ahí es donde aparece la posibilidad de corrupción”.
Los
reclamos han tenido un efecto directo sobre la imagen del gobernante,
quien ha visto descender su popularidad desde casi 90%, cuando asumió el
cargo –en el 2009–, hasta menos del 45%.
Debido a
los constantes señalamientos de que ha sido objeto, Martinelli asegura
que no regresará a la política cuando concluya su actual periodo, en el
2014.
Edwin Cabrera, director del noticiario de Radio Panamá y analista político del diario La Prensa,
expresó que el presidente “tiene un nivel de impopularidad que crece
con relativa insistencia. Hay que recordar que Martinelli ganó con el
60,3% y al inicio de su mandato llegó a tener casi 90% de aceptación.
Hoy anda por los 30 y tantos, por los 40 y tantos de aceptación”.
Manejo empresarial. Cabrera atribuye esa pérdida de apoyo, entre otros factores, al manejo “empresarial” de la institucionalidad.
“Hay
sectores que ven la institucionalidad del Estado panameño amenazada por
el estilo que él ha impuesto, que algunos llaman autoritario. Lo que sí
es que tiene un estilo empresarial que trata de imponer y en el proceso
de tratar de imponer en ocasiones ha perdido el punto de vista de la
institucionalidad del Estado panameño. Eso le ha generado un
cuestionamiento muy fuerte, incluso externo”.
La falta de transparencia en la toma de decisiones es otro de los factores que se señalan.
Otro ejemplo de los cuestionamientos tiene que ver con la empresa TCT , que, según el diario La Prensa, participa en proyectos del Estado por más de $400 millones.
TCT construye la autopista entre Paso Canoa y Puerto Armuelles, en una provincia (Chiriquí) donde la firma tiene intereses.
Al
respecto, Jované manifestó que esa empresa lo que sí pareciera es estar
ligada a políticos cercanos al gobierno de Martinelli.
Cabrera
admitió que “formalmente no hay nada que se haya podido demostrar o
llevar a alguien a la cárcel. Claro hay quienes dicen que no hay nadie
en la cárcel porque la institucionalidad está cuestionada”. Hasta ahora,
las informaciones dadas a conocer por los distintos medios de
comunicación no han sido desmentidas por las autoridades de gobierno.
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