Análisis de la visita del presidente Xi Jinping
País ofreció apoyo para ‘generar otras amistades’, afirmó el canciller nacional
Mandatario partió ayer en recorrido para afianzar nexos con México y EE. UU.
A las 9:47 de la mañana de ayer el Boeing 747 de Air
China alzó vuelo en la pista del aeropuerto Juan Santamaría, llevando
al presidente Xi Jinping y a su esposa, Peng Liyuan, que partían con el
compromiso de Costa Rica de colaborar con sus planes en Centroamérica y
el Caribe.
Todavía algunos oficiales de tránsito revisaban las
fotos que le hicieron con sus celulares a Xi cuando el canciller
Enrique Castillo, recalcó a la prensa que el país colaborará con la
integración política de China en América Latina, empezando por sus
vecinos.
“Les hemos dicho: ‘Bueno, ya que somos
amigos podemos acompañarlos a generar otras amistades en la región ’”,
dijo el ministro en referencia al compromiso local.
Por su parte, Xi dejó firmado acá otro compromiso que consiste en nueve acuerdos para facilitar créditos blandos por $1.400 millones para carreteras, buses, taxis y otros favores con este país que no es rico ni pobre, sino de lo que los analistas llaman ahora “renta media”.
Números.
Sin embargo, esta ayuda no es una cara inversión si se toma en cuenta
que Costa Rica aparece como una ficha efectiva para facilitar negocios y
relaciones políticas a la misma China.
Castillo
admitió que, “guardando las diferencias de tamaño, habría que decir que
no le cuesta tanto a China ayudarle a un país tan pequeñito como Costa
Rica”.
Tal apreciación es entendible si se revisan los datos del Banco Mundial sobre el producto interno bruto (PIB) de China que para el 2011 fue de $7,3 billones (un billón equivale a un millón de millones) mientras que el de Costa Rica para ese mismo año fue de $40.870 millones.
En
una imagen insospechada quedaría la comparación poblacional: 1.344
millones de chinos contra los escasos 5 millones de ticos.
Con este escenario es evidente que la ganancia china no está en los
dólares o yuanes que le generen los intereses por créditos a “la
perla de Centroamérica”, como la llamó Xi.
Caballito de Troya.
A seis años justos de relaciones diplomáticas entre China y Costa
Rica, el gigante enfila sus intereses a América Latina y encuentra aquí
lo que a criterio del analista Alejandro Barahona es “una linda novia”.
Para él, no está mal el que China aparezca en la
escena internacional de la mano de Costa Rica, un país alabado por su
tradición democrática, su defensa de los derechos humanos, la naturaleza
y la paz.
Sobre este tema, Castillo recalcó el lunes
que este acercamiento no implica que “China nos esté comprando para
acercarlos a otros países. Lo hemos ofrecido nosotros para corresponder a
la buena voluntad que vemos en ellos”. Aclaró que no se puede “perder
de vista que la buena voluntad no excluya que haya también intereses”.
Aun
así, Barahona, considera que el plan de China no se centra solo en
Costa Rica, sino que responde a una estrategia política global.
Una
posición similar sostiene el politólogo Guillermo Barquero, para quien
Costa Rica se presenta como un interesante “caballito de Troya” en la
política hemisférica.
Recordó que Costa Rica
“tiende a romper paradigmas” en materia de política exterior y que un
golpe de efecto similar se dio cuando José Figueres Ferrer abrió
relaciones diplomáticas con Rusia en 1970.
De país en país. Mientras Barahona daba su explicación, Xi recibía honores en México del presidente Enrique Peña Nieto. Eran las 3:30 p. m. y el plan por hacer amigos en América Latina seguía la marcha iniciada en Trinidad y Tobago el viernes .
Esta es la segunda gira internacional de Xi desde que asumió en febrero. En marzo fue a Rusia y varios países africanos, siendo la cooperación su carta fuerte .
Este
periplo terminará con una visita a Barack Obama, este jueves y
viernes, donde más que cooperación, el líder chino buscará acuerdos en
seguridad informática.
Ya lo dijo el canciller
Castillo con claridad: “No hay que perder de vista que la buena voluntad
no excluye que haya intereses, y es cuestión de ponernos de acuerdo,
porque tanto en lo político como en lo comercial y lo económico”.
Así terminó la visita de Xi la mañana de ayer.
Ya
cuando no estaba el enorme avión, un grupo de funcionarios del
Gobierno tico comentaba, entre sí, lo que fue y lo que viene.
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