El folclórico avión de ticos rumbo a Brasil
En palabras de Sir Paul Mccartney, el viaje fue una
“tafies”: cerveza, whisky, chistes del Porcionzón, atajadas de Keylor
Navas, canciones de Italia 90. También hubo suspenso: a dos pasajeros
los bajaron por tener impedimento de salida a causa de pensión
alimentaria, lo que ocasionó que la salida del vuelo se atrasara dos
horas. Al final uno de los dos logró resolver su situación; el otro se quedó en Tiquicia viendo el Mundial por tele (“charita” la plata).
Un total de 470 costarricenses –yo soy uno de ellos– arribó este
jueves a Fortaleza para acompañar el equipo patrio en los tres partidos
de la fase de grupos.
Desde que estábamos en el Juan
Santamaría se sentía el entusiasmo criollo, todos con camisetas rojas;
con banderas tricolores que revelaban el lugar de procedencia: Pocora,
Guápiles, San Carlos, Río Frío, Sarchí.
También hubo suspenso: a dos pasajeros los bajaron por tener impedimento de salida a causa de pensión alimentaria, lo que ocasionó que la salida del vuelo se atrasara dos horas.
Hubo aplausos cuando el avión despegó, cuando
aterrizó, cuando empezaron a servir las bebidas alcohólicas y cuando
Carlos Ramos, el Porcionzón (invitado de honor de la compañía turística
Destinos TV) contó su habitual repertorio de cachetones, menecas y tipos
tapis.
Para despertar la esperanza se pasó un video con las mejores paradas de Keylor Navas
en el marco del Levante español, y se hizo sonar en los parlantes la
pieza que dice “looooo daremos todo, en el Mundial lo daremos todo”…
Entre tanto tico se coló un panameño procedente de David, entusiasmado
con el Mundial pese a que el equipo canalero no está invitado. Dijo que
apoyaría a la Sele con bríos, pero en varias ocasiones, a lo largo de
las seis horas que duró el charter, se le escuchó melancólico porque su
escuadra fue eliminada: “Yo de verdad pensaba que íbamos a clasificar,
teníamos un gran equipo”, se lamentaba.
La folclórica excursión tica pisó suelo brasileño con alegría pese al cansancio, lista para disfrutar y apoyar.
¿Pronósticos de los juegos?, digamos que hay esperanza, ni mucha ni
poca, la justa medida, la que nos hace conservar los pies en la tierra
y, a la vez, nos mantiene despiertos con las ganas de que la Sele se
jale una torta.
En Migración la hinchada tica se topó
con aficionados italianos, comenzó el cántico “oe oe oe oeeeee TICOS
TICOS”, los azurris se qudaron achicopalados. Luego, en la salida del
aeropuerto la marea roja se topó de frente con la barra de Uruguay, la
historia fue la misma. Al menos, en apoyo, vamos goleando.
@matablanco
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