Por primera vez, se estudiaron los planes en términos
de la población objetivo, alcance, cobertura financiera y los recursos
públicos canalizados hacia la financiación de esos planes.
La demanda de servicios de salud en América Latina superará la capacidad financiera de los gobiernos de la región para responder de forma equitativa y efectiva en la próxima década, advierte el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
En un estudio difundido este lunes, expone que la rápida transición epidemiológica, caracterizada por una mayor prevalencia de enfermedades crónicas y el envejecimiento de la población, así como las nuevas tecnologías sanitarias, aumentan los costos médicos y generan mayor presión en el gasto público de salud en naciones latinoamericanas.
Refiere que en 2010, 68% de las muertes registradas en la región se debió a enfermedades crónicas, las cuales afectan de forma creciente la productividad laboral.
Menciona que un estudio realizado en Brasil, México, Colombia y Argentina concluye que los infartos, los accidentes cerebro-vasculares y la diabetes causaron pérdidas acumuladas de más de US$13.500 millones en el periodo 2006-2015.
Sin embargo, apunta, los recursos para la salud no han crecido a la par de la demanda, pues en la región el gasto público en salud como porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB) pasó de 3,4% a 4,1% en los últimos 15 años.
El organismo multilateral señala que, al considerar los escenarios fiscales futuros en la región, se prevé que el gasto público en salud aumentará entre 1,0 y 1,5 puntos porcentuales del PIB en los próximos 20 años.
Indica que los recursos públicos asignados a salud como porcentaje del PIB son en promedio el doble en los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (7,9% del PIB) que en América Latina y el Caribe.
“Las crecientes brechas entre los recursos financieros disponibles y lo que costaría a los gobiernos garantizar la provisión de los servicios de salud que más beneficien a la población, y cómo hacerlo es uno de los mayores desafíos de política pública”, indicó el jefe de la División de Protección Social y Salud del BID, Ferdinando Regalia.
El BID analizó los Planes de Beneficios en Salud (PBS) de Argentina, Chile, Colombia, Honduras, México, Perú y Uruguay, y éstos detallan de forma explícita los servicios que cubren.
Como ventajas están que los ciudadanos conocen sus derechos, permiten una mejor planificación financiera y una mayor eficiencia en la gestión del sistema al determinar los servicios que serán solicitados de los proveedores y los recursos humanos e infraestructura requeridas para cerrar brechas de equidad.
“El estudio analiza la motivación que tuvieron estos países de adoptarlos, los criterios y procesos que usaron para definir y ajustar estos planes, así como los desafíos para implementarlos”, señaló la autora principal del estudio, Úrsula Giedion.
El estudio encontró que hay una gran heterogeneidad en los planes, pero que un país cuente con un PBS es un paso importante para cerrar las brechas de equidad y avanzar hacia la cobertura universal que es un objetivo importante para todos los países de la región, agrega.
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