Guatemala fue el último país del Istmo en ratificar
este acuerdo de asociación con los 28 estados europeos, el cual
finalmente cobró vigencia el 1 de diciembre del año pasado.
Conforme el avance de los meses, los impulsores de la suscripción del instrumento de cooperación insistieron en los grandes beneficios que significaría para la inversión, y la generación de empleo la suscripción del documento. No obstante, seis meses después, ese panorama esperanzador y de mejora no se aprecia en las cifras de exportación que reportan las autoridades respectivas.
De acuerdo con datos del Banco de Guatemala (Banguat) en el primer trimestre de 2014 las exportaciones a los 28 países que integran la UE registraron fueron de US$150.000, lo cual refleja una caída de 15,07%, en comparación con el mismo período del año anterior, pues en este año se enviaron aproximadamente US$177.000 en productos.
María Luisa Flores, viceministra de Comercio Exterior, encuentra una explicación a la caída: La tardanza del Congreso en ratificar el acuerdo derivó en que los empresarios europeos negociaron con otros países centroamericanos para encontrar mejores precios.
Ante este panorama, Flores explica que en este primer año de vigencia del AA, no se observarán resultados significativos “porque aún no se conocen del todo las preferencias de los mercados europeos”.
La funcionaria explica que estos países tienen dinámicas propias para comprar, pues para concretar un negocio toman el tiempo suficiente de análisis. De esta cuenta, las exportaciones a la unión de países europeos crecerán entre 2% y 3% mientras se consolida el conocimiento de información y de mercado.
Los negocios que siguen vigentes son los productos agroindustriales que se enviaban bajo el régimen del Sistema de Preferencias Generalizadas (SGP-Plus), que dejó de tener vigencia este año y la razón, a juicio de la Viceministra es que los empresarios nacionales ya conocen el método de envío.
Conocer el mercado
Fernando Herrera, director de la Asociación Guatemalteca de Exportadores (Agexport), es más optimista al indicar que el gremio exportador proyecta que las ventas hacia el mercado europeo aumenten este año hasta un 18%. “La expectativa se basa en que 200 empresas de las 400 que comercializan en ese continente ya han requerido en el Ministerio de Economía la certificación de exportación como lo exigen las autoridades europeas”.Difiere con la funcionaria en que los empresarios nacionales hayan perdido contratos en Europa, ya que antes de que caducara el SGP-Plus se había ratificado dicho acuerdo. Sin embargo, refiere que el tiempo es corto para conocer qué tanto se han aprovechado los beneficios del nuevo sistema y tampoco se conocen cuántos empleos se han generado con esa ventaja.
“Las empresas deben tener la habilidad para desarrollar negocios y, además, introducir valor agregado a los productos, que es un factor que demandan los europeos”, resalta el empresario.
Presentar oportunidades
La analista en comercio exterior Edith de Molina argumenta que en el primer año se debe trabajar en divulgar las oportunidades que ofrece el acuerdo para que así las empresas vayan cubriendo las demandas europeas. A la vez, se debe insistir en preparar a los exportadores de productos específicos como los agrícolas, quienes tendrán que registrar las áreas de trabajo para garantizar que en los lugares donde cultivan no existen plagas y contar con normas sanitarias.De Molina resalta que “será a partir del tercer año cuando se observen aumentos, tanto en volumen como en precio, en las exportaciones hacia el Viejo Continente, porque en el primer año se debe trabajar sobre procesos de registro para poder exportar”.
Según los reportes del Banguat, de enero a marzo las importaciones de la UE muestran un crecimiento significativo, siendo Alemania, España e Italia los mercados que suministran productos en el mercado nacional.
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