La capacidad de producción se debe al tratamiento y
la tecnología que utiliza esa industria para explotar el terreno, indicó
Francisco Castañeda, gerente de Mantenimiento de la planta ubicada en
El Progreso.
Las canteras de donde se extrae la piedra caliza y el esquisto, materias primas para la elaboración del cemento y la cal en la planta de producción San Miguel, de Cementos Progreso, tienen capacidad para proveer de esos materiales hasta por 60 años más.
La planta San Miguel produce al día 7.000 toneladas de cemento, un equivalente de 245.000 sacos. La explotación del área recibe tratamiento especializado de lo contrario la vida es menor a 20 años.
“Todo depende de la optimización de los procesos y de lo vanguardistas que hemos sido para la extracción de la piedra, la trituración y prehomogenización hasta la molienda del cemento y el despacho”, resaltó el encargado.
Digital
Nataly Mansilla, gerente de Optimización de procesos de la planta, agrega que el éxito que ha tenido la producción depende de la digitalización y modernización que ha tenido la maquinaria y el equipo humano.Anteriormente, todo el proceso se hacía de manera análoga, pero desde 1993 la compañía implementa tecnología de punta para controlar la maquinaria. “Desde el centro de control se puede dirigir y medir el proceso en los molinos, hornos, clinkerización; en general, tenemos la planta más moderna de Latinoamérica”, afirma.
Cementos Progreso adquirió un brazo robótico que se utiliza en el laboratorio químico, el mismo hace 18 análisis de resistencia y de calidad por hora, mientras que al hacerlo de forma manual se hacían 17 por día, relata Danilo Herrera, analista del laboratorio químico.
Según Castañeda, la compañía invierte el diez por ciento de su presupuesto anual en la modernización y hasta ocho por ciento en el mantenimiento. Esto ha permitido que logren mejorar la eficiencia de la planta, se han reducido hasta en diez kilovatios hora por tonelada de producción y se dobla la producción.
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