Los estudios que se efectúan en países de la región
procuran encontrar variedades comerciales para producir aceite vegetal
puro, biodiesel y bioqueroseno a partir de la Jatropha.
De ser parte de cercas vivas a la orilla de las carreteras en algunos países de América Latina y el Caribe (ALC), sin mayor uso que el de la fijación de límites, a proveer la materia prima que hoy permite generar electricidad en las islas Galápagos, en Ecuador: la Jatropha curcas L., piñón o tempate es la protagonista de varias investigaciones en la región, de las que surgiría un valioso insumo para fabricar biocombustibles, incluso para la aviación comercial.
Ante la abundante diversidad genética de la Jatropha en ALC, la disponibilidad de su uso comercial es cuestión de tiempo, mientras los estudios permiten seleccionar las mejores variedades de la planta y se organiza la cadena de valor del producto, de acuerdo con investigadores reunidos en un taller sobre innovación para la producción sustentable de esta planta y sus derivados, organizado por el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
“El desafío es el tiempo, pues mientras en soya y el frijol un ciclo de investigación tarda un año, en Jatropha dura siete”, afirmó Bruno Laviola, de la Empresa Brasileña de Investigación Agropecuaria (EMBRAPA) y uno de los participantes del taller, efectuado en la Estación Experimental Agrícola Fabio Baudrit Moreno, en Costa Rica, en marzo del 2014.
A miles de kilómetros al norte de este punto podría estar el origen de la Jatropha, específicamente en Chiapas, México, debido a la riqueza genética de la planta en esta zona, explicó el líder del programa de energía del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) de ese país, Alfredo Zamarripa.
“Los recursos genéticos y su diversidad son el factor clave para la formación de variedades con las características que buscamos, sea alto rendimiento de granos, alto contenido de aceite o no toxicidad de la torta obtenida en el proceso de extracción de aceite”, aseguró.
En ALC, los principales productos que se espera comercializar a partir de la organización de la cadena de valor de la Jatropha son aceite vegetal puro, biodiesel y bioqueroseno, dijo Orlando Vega, especialista en energías renovables del IICA.
Para impulsar la industria en escala regional, los participantes del taller –investigadores provenientes de Costa Rica, Brasil, México, Estados Unidos, Colombia, Ecuador, Nicaragua, Guatemala, Belice y Perú– definieron cinco prioridades de trabajo.
“El proceso de investigación, desarrollo e innovación en la agrocadena de la Jatropha debe enfocarse en mejoramiento genético, zonificación agroclimática de los cultivos, sustentabilidad, elección de los mejores sistemas de producción y reglamentación”, informó Vega.
Con esos lineamientos ya se llevan a cabo varias investigaciones en ALC: en Brasil se trabaja desde el 2010 para encontrar las variedades más productivas y mejorar el uso de fertilizantes, en México se liberarán este año tres variedades de mayores rendimientos y rentabilidad, y en Ecuador pequeños productores reciben el 75% de las ganancias por la venta de aceite de piñón, el cual se utiliza para producir energía en Galápagos.
¿Cómo funciona este último proyecto? En la provincia de Manabí (en la parte continental de Ecuador) se cultiva la Jatropha y se produce el aceite de piñón, mientras en la isla Floreana (del archipiélago Galápagos) se genera electricidad con base en dicho insumo. El programa radiofónico del IICA, AgroEnlace, explica los luminosos pormenores de la iniciativa, llamada Piñón para Galápagos (escuche aquí las ediciones 1 y 2 relacionadas con este proyecto).
Las expectativas del proceso de investigación, desarrollo e innovación (I+D+i) de la Jatropha en ALC son tan altas que hasta se plantea la posibilidad de fabricar bioqueroseno para la aviación comercial. Esta es actualmente una demanda de la industria aeronáutica global, señaló Luis Fernando Campuzano, especialista de la Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria (CORPOICA).
“Es un tema relativamente nuevo, se requiere integración regional de esfuerzos para investigar más rápido”, expresó Campuzano.
El IICA procura impulsar esa integración y fortalecer la I+D+i en Jatropha en ALC mediante el intercambio de conocimientos y la generación de acuerdos que faciliten la movilización de materiales genéticos, dijo el Secretario Ejecutivo del Programa Cooperativo de Investigación, Desarrollo e Innovación Agrícola para los Trópicos Sudamericanos (PROCITRÓPICOS), Jamil Macedo.
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