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domingo, 23 de febrero de 2014

Siete tipos de empleados que deberías despedir


Buen jefe Foto cortesía de Websense.
Fuente: Alto Nivel Viernes, 21 de Febrero de 2014 15:57
Dentro de la empresa existen múltiples personalidades, pero cuidado con los empleados tóxicos. Identifícalos y considera seriamente su permanencia.

El ambiente laboral está constituido por una gran variedad de personalidades. De acuerdo con los expertos, tener diversidad en el entorno profesional no sólo garantiza una mayor participación, mejor comunicación, innovación y creatividad; también aumenta la productividad y mejora el ambiente laboral. Pero, ¿qué sucede cuando estas personalidades, en lugar de beneficiar, perjudican el entorno?
Se les llaman empleados “tóxicos”. De acuerdo con el portal bbvacontuempresa.es, un empleado tóxico es aquel que ejerce una influencia negativa sobre los equipos de trabajo, no sólo perjudicando el desempeño, sino el interés y la participación de cada uno de los colaboradores. Estos personajes pueden causar problemas de clima laboral y perjudicar a tu empresa, por lo que es importante detectarlos y controlar el problema.
Según Francisco Muro Villalón, fundador de la consultora Otto Walter y experto en Coaching Empresarial, existe una lista de características que los directivos no pueden soportar de sus empleados:
• Que sean generadores de conflictos
• Holgazanería
• Despreocupación o desinterés por sus labores
• Incompetencia
• Mentiras
• Robos
En su libro “Jefes Irritantes y Empleados Tóxicos”, Muro Villalón asegura que existen métodos eficaces para redimir a estos personajes. Sin embargo, el primer paso es identificarlos. Así que te invitamos a que conozcas los siete tipos de empleados tóxicos que existen en cualquier ambiente empresarial.
1.El sobrevalorado
Este personaje suele tener una gran lista de recomendaciones, es el amigo de un directivo excepcional o simplemente ha trabajado en grandes compañías, sin embargo, no quiere decir que tenga la calidad ni que cumpla con los estándares que la empresa desea. De acuerdo con Steve Tobak, socio director de Invisor Consulting y coach ejecutivo, estos empleados son excesivamente “inflados”, lo que permite que sus egos excedan sus verdaderas capacidades para actuar.
¡Elimínalos!
No es sencillo. Su carta curricular es muy sustanciosa, sin embargo, debes tener la clara idea de que si no sirve en tu empresa, no tienes por qué tenerlo. Estos personajes son fáciles de detectar: suelen decir a todo que sí es posible, aplazan fechas de entrega y ponen cualquier pretexto para decir que los demás no están a su altura.
Según Tobak, estos personajes necesitan ayuda externa (terapeutas) para eliminar sus malos hábitos. Sin embargo, otra medida puede ser hablar con ellos de estrictas reglas a cumplir, como entregas, proyectos y reportes; si no cumplen es momento de decirles adiós.
2. El “pocos amigos”
Tienen mala actitud, no sólo con sus compañeros, sino con los clientes. Bien dicen que la imagen de la empresa son sus trabajadores y sus sonrisas, pues estos trabajadores no lo tienen. Suelen ser perjudiciales porque crean un mal ambiente laboral y pueden llegar a reducir la tan apreciada lista de clientes.
¡Elimínalos!
Estos colaboradores llegan cada mes con quejas de sus clientes en lista, además existen quejas directas de ellos y no suelen ser buenos trabajando en equipo. Pueden estar apartados de los demás y tener mala cara sobre cualquier sugerencia.
Una de las soluciones con estos personajes es crear un índice de metas por alcanzar de manera bimestral o trimestral, con esto podrás evaluar quiénes han conservado o aumentado su lista y aquellos que la han disminuido. Otra opción sería capacitarlos con el trato al cliente, esto debería ayudarles a mejorar su actitud. Si ninguna opción funciona, valora en serio cómo te está perjudicando en la empresa y toma cartas en el asunto.
3.El pensador grupal
No es malo tener muchos amigos y colegas en la empresa, sin embargo, es perjudicial cuando “ellos” plagan de malos pensamientos a los demás. Suelen quejarse en la hora de la comida y son los primeros en darle mala cara a los cambios. Estos pensadores pueden perjudicar a la organización levantando malos entendidos y haciendo que los demás se unan a sus exigencias.
¡Elimínalos!
La obligación del CEO es reconocerlos y hablar con ellos de manera directa. Es importante que les pregunten qué es lo que les afecta y por qué de sus quejas. Esto no sólo ayudará a enfrentar el problema de cara, sino que escucharlos te ayudará a entender sus demandas.
4. El condescendiente
A todo dicen que sí. Estas personas están cargadas de una gran inseguridad en su persona, la mayoría temen a ser despedidos, lo que les obliga a ser condescendientes con los jefes. Si eres jefe y crees que este personaje es un sueño, este tipo de colaborador es realmente tóxico. Su actitud podría parecer benéfica para la empresa, sin embargo, él no podrá decir que no, aunque sus capacidades sean limitadas. Una de sus características es que nunca pide ayuda, pues teme a ser juzgado, lo que puede afectar el resultado de su desempeño. La mayoría tiene desempeño mediocre.
¡Elimínalos!
La primera señal para identificarlos es su extrema condescendencia, suelen entregar a tiempo, pero también suelen hacerlo todo mal. A estos personajes es importante capacitarlos en temas de liderazgo. Si bien es cierto que no necesariamente carecen de capacidades, sí es importante darles armas para que lo exploten.
5.El chismoso
De acuerdo con managementjournal.net, estos personajes suelen clasificarse en dos tiempos: los inofensivos – aquellos que por naturaleza son curiosos- y los maliciosos – los que suelen ser mentirosos y que quieren llamar la atención-. Estos últimos son aquellos que tienden a agregar palabras donde no las hubo y a generar sucesos que nunca pasaron. Suelen ser los creadores de grandes problemas entre compañeros y generan una mal ambiente laboral.
¡Elimínalos!
De acuerdo con los expertos, estos perfiles no llegan a tener soluciones inmediatas, necesitan terapia con un profesionista y paciencia para comprender sus avances. Si lo identificas en la empresa y no hay tiempo ni inversión para darles segundas oportunidades, lo mejor es decirles adiós.
6.El competitivo
Todos aquellos que tengan ambición por crecer en su vida profesional, serán competitivos. Sin embargo, estos personajes no sólo ven a sus compañeros como competencia, sino como potenciales enemigos. Suelen trabajar mejor de manera individual y son personas muy capaces.
¡Elimínalos!
Es muy difícil querer deshacerse de ellos ya que son muy buenos en lo que hacen y suelen aportar grandes ideas a los proyectos. Sin embargo, una de las características es que no podrás contar con ellos cuando más lo necesitas. Estas personas no conocen la palabra fidelidad y son malos jefes.
Los expertos recomendarían hacerlos partícipes en dinámicas de integración, así como viajes de incentivos. Otra opción es darles la responsabilidad de realizar encuestas u organizar comidas y reuniones, esto los hará más comunicativos y menos sectarios.
7.El mal jefe
Éste es el más difícil de detectar debido a su alto rango. Estas personas se encuentran en los puestos directivos y parecen ser intocables, sin embargo, pueden llegar a ser los más perjudiciales en las empresas. Su mala actitud, su falta de capacidad para delegar, sus malos tratos con los colaboradores podrían afectar la productividad del equipo.
¡Elimínalos!
Es importante realizar encuestas con los trabajadores de manera periódica, los expertos recomiendan hacerlo cada semestre, esto los obligará a enfrentar su falta de capacidad para dirigir. Recuerda que es importante capacitarlos con temas de tendencia y liderazgo, esto podría ayudarles a cambiar su perspectiva de trabajo en equipo.

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