Milton Seligman, vicepresidente de Relaciones
Corporativas de Ambev, explica los compromisos y la generación de valor
de la Responsabilidad Social Empresarial (RSE).
¿La perspectiva de RSE que se practica es a partir de crear valor compartido como propone el profesor Michael Porter?
– En Ambev, entendemos que todo el trabajo que hacemos tiene que crear valor para el accionista, esa es la razón de la compañía. Nuestro sueño es concreto, ser la mejor compañía de bebidas en un mundo mejor. Para cumplirlo, es necesario tener valores en los ámbitos: social, ambiental y económico para que se puedan aprovechar las oportunidades que se generan alrededor de la compañía. En todas las plantas, incluyendo la de Teculután, tenemos todo el esfuerzo para no poseer ningún residuo industrial después de la producción, la generación de negocios de terceros para atender servicios que genera la planta, así comopromover el consumo responsable.
¿La RSE contribuye a reducir conflictos en las comunidades?
– Toda la presencia humana crea problemas para el medio ambiente, eso desde siempre. El footprint (huella ecológica) forma parte de las responsabilidades para las compañías, los gobiernos y la sociedad organizada. El tema es cómo encontrar diálogos para que esa huella sea menos dañina, porque siempre hay costos, lo que se busca es lograr un equilibrio que garantice a una compañía tener larga vida y que la sociedad pueda aprovechar. En el caso nuestro, extraemos agua, que es un bien limitado. En 1994, cuando Brahma inició la transformación, se gastaban 12 litros de agua para cada litro de cerveza, ahora la media es de cuatro litros de agua, y se tiene el estándar global de llegar a 3.5 litros.
¿Cuánto se invierte en programas de RSE y cuánto retribuye a la empresa?
– No es importante cuánto invertimos específicamente en contribuir a la sociedad, lo importante es que toda la inversión de la compañía tenga el componente de crear valor a la sociedad. Es difícil decir cuál es el valor que se debe crear para el accionista o para la sociedad. Un ejemplo es cuando mejoramos un punto de venta en una comunidad, que mejora también un lugar de encuentro para la sociedad.
¿Qué tipo de organización social participa en la RSE?
– Nuestra compañía se convierte en socio de los gobiernos que trabajan en la distribución de la renta, eso fue discurso de la izquierda; el mundo corporativo no habla mucho de renta, pero nosotros decimos que queremos procesos de inclusión social, porque agranda el mercado donde trabajamos; con más recursos las personas pueden consumir productos a los que no tenía acceso. Cuando los gobiernos hacen procesos de inclusión social tienen el acompañamiento de compañías interesadas, como la nuestra, por los efectos sociales que vemos. En Brasil, aproximadamente, el sector de bebidas paga un tercio de sus ingresos en impuestos, tiene 300 plantas, hace inversiones de US$12 millardos anuales y genera 3 millones de empleos directos e indirectos.
¿Se bota el mito de más RSE, menos impuestos?
– Más responsabilidad social, más bienes a disposición de la sociedad. El problema de los impuestos es que tienen que estar ligados a la capacidad de los Estados para manejarlos.
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