Según los resultados de la encuesta GEM 2012, el 15,3 %
de los adultos salvadoreños de entre 18 y 64 años son emprendedores en
etapa temprana (TEA). Este es un valor levemente menor que el promedio
latinoamericano de 17%.
La Escuela Superior de Economía y Negocios (ESEN) presentó los resultados del primer estudio Global Entrepreneurship Monitor (GEM) para El Salvador, el cual concluye que hay muy pocos emprendedores nacientes en relación al nivel de desarrollo del país y que el porcentaje de los que hacen un emprendimiento por necesidad y no por mejorar sus oportunidades es superior al promedio de la región.
El GEM es el mayor proyecto de investigación internacional sobre el fenómeno del emprendimiento y se ha realizado en 99 países, en los últimos 13 años. En 2012, se llevó a cabo en 69 países, entre ellos El Salvador, que hasta ese momento había estado rezagado en la medición del fenómeno y que participó por primera vez en la investigación, gracias a los recursos y la conducción de la ESEN.
“Pese a que el emprendimiento es considerado uno de los motores de desarrollo del país, siempre ha habido escasez de datos sobre este. En la ESEN queremos iniciar la tradición de medir el emprendimiento de forma sistemática y coherente, usando indicadores internacionalmente comparables y definiciones basadas en un marco conceptual sólido y aceptado”, explicó Everardo Rivera, director general de la ESEN.
Una de las principales riquezas del GEM es que analiza la multidimensionalidad del emprendimiento desde el punto de vista del individuo, más que desde los elementos institucionales y externos que afectan este tipo de actividad. En El Salvador, el estudio recopiló información a través de una encuesta a población adulta de 2.180 hogares a escala nacional y otra encuesta a expertos en temas relacionados con el emprendimiento, que fue respondida por 23 personas.
A partir de estos datos, el GEM ofrece un panorama sobre el número y tipo de
emprendedores en el país, el perfil del emprendedor salvadoreño, los factores asociados con la decisión de ser emprendedor y las políticas y programas que fomentarían el crecimiento y la rentabilidad del sector.
El GEM compara los resultados de los diferentes países a través de indicadores como la actividad emprendedora temprana (TEA), referida a los negocios que no superan los 3 años y medio de antigüedad, y la tasa de emprendedores establecidos, que superan ese tiempo de operación.
Sin embargo, el GEM concluye que la tasa de emprendimientos nacientes (8%), es decir, de aquellos que están tratando de iniciar un negocio o tienen menos de tres meses de haberlo iniciado, es más baja de lo esperado según el parámetro de otros países con similar nivel de desarrollo. Esto se debe a factores como la baja escolaridad promedio, la deficiente cobertura del sistema de salud, la percepción de que la institucionalidad es débil, la alta incidencia de violencia y criminalidad y el bajo crecimiento económico.
Asimismo, influyen el restringido acceso a financiamiento, la concentración en mercados saturados y de bajo potencial y la baja posibilidad de alcanzar economías de escala.
Sobre los motivos para emprender, el GEM determinó que hay un alto porcentaje de personas que lo hacen por necesidad y no por oportunidad de mejorar, es decir, lo hacen por no tener opciones laborales.
Según el estudio, El Salvador es el segundo país de América Latina y El Caribe, después de Panamá, con menor tasa absoluta de emprendedores por oportunidad (9.9% de la población adulta). El dato es preocupante porque está muy por debajo de las tasas de los países con ingreso per cápita similar.
El GEM 2012 tuvo como tópico especial indagar sobre la fuerza de las redes de negocios.
En esta área, El Salvador y Brasil son los países latinoamericanos donde las redes de negocios de los emprendedores son más débiles.
El Salvador aparece también con la nota más baja o la segunda más baja en la región en varios indicadores que tienen que ver con la percepción de las condiciones para la actividad emprendedora, como acceso a financiamiento, políticas específicas de gobierno que promueven el emprendimiento, transferencia de investigación y desarrollo, regulaciones de acceso a mercados, educación para el emprendimiento, y acceso a infraestructura legal y comercial.
El GEM viene a llenar un importante vacío en la medición de la actividad económica, particularmente, en el estudio de las condiciones en que opera el sector que genera mayor número de empleos y que es el único con potencial para promover un crecimiento económico sostenido.
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