Tomado de sxc.hu.La banca privada ancló en menos de un 5% del total de su cartera el financiamiento destinado al agro hondureño, ante la presencia de fenómenos climáticos más recurrentes y violentos que afectan a la totalidad territorio nacional.
Académicos, economistas y empresarios consultados por El Heraldo coinciden en que la banca, hoy por hoy, mantiene un franco retiro de actividades financieras que involucren la producción agrícola. Para el caso, recientes estadísticas publicadas por la Comisión Nacional de Bancos y Seguros (CNBS) indican que el 21% de una cartera crediticia, estimada en US$167.516 millones, fue brindada vía créditos de consuno y un 17,1% al comercio y la construcción recibió el 31,5%. El subcoordinador del Foro Social de la Deuda Externa (Fosdeh), Raf Flores, expresó que a diciembre de 2011 se reporta que la cartera agrícola representó un 4,8%, en 2012 un 4,6% y en enero del presente año descendió a 4,4%. “Tal parece que existe una tendencia paulatina a reducir el crédito destinado a la producción”, dijo.
Un representante de la Asociación Hondureña de Instituciones Bancarias (Ahiba) expresó que ellos están siempre interesados en apoyar a los buenos proyectos que les presenten. Es así como existe un claro interés por financiar la producción acuícola, de vegetales orientales y de palma africana que esté destinada para la exportación. Al respecto, Flores expresó que la producción de granos básicos es la que menos recursos recibe de la banca privada.
El Banco Nacional de Desarrollo Agrícola (Banadesa) anunció que dispone de más de 1.000 millones de lempiras para el financiamiento de la temporada agrícola de 2013. El presidente de Prograno, Juan Valladares, expresó que los productores requieren muchos mas recursos, pero la banca limita su financiamiento debido a factores climáticos y porque muchos de ellos están en la central de riesgo. Cambio climático El exministro Cooperación Internacional, Moisés Starkman, manifestó que la banca analiza cada una de las solicitudes crediticias de manera particular. Es del parecer que la producción de alimentos de origen vegetal y animal que se realiza en Honduras tendrá que ajustarse al cambio climático. “Vemos que así como existen personas en el Polo Norte y Groenlandia, también viven millones de personas en los desiertos”, expresó Starkman.
Para el director del Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales (IIES) de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, César Ortega, aún se discute en el ambiente científico si el cambio climático es producto de ciclos o si es generado por el hombre. En todo caso, recomendó a las autoridades disponer recursos para la investigación de estos fenómenos naturales que tienen un impacto económico en el país.Por su parte, el subcoordinador del Fosdeh expresó que la creación de seguros agrícolas puede ser una opción ante los efectos recurrentes del cambio climático en Honduras.
Es del parecer que los huracanes, las tormentas tropicales y las lluvias afectaron la infraestructura vial en zonas productivas, rurales y urbanas.En su momento el expresidente de la Comisión de Bancos y Seguros (CNBS), José Luis Moncada, enfatizó en la necesidad de crear en el país productos especializados para garantizarle a la banca el retorno del dinero prestado, aunque la cosecha se pierda por las inundaciones o sequía. De esta manera disminuiría la tasa de interés, al reducirse la incertidumbre.
El director de Ciencias de la Tierra de la UNAH, Navil Kawas, expresó que en el país se aprecia la ocurrencia de eventos climáticos extremos caracterizados por lluvias intensas que pueden aportar en pocas horas el agua que debería caer en varios días. Por otra parte, la temporada seca se prolonga durante varios meses del año. Es del parecer que los agricultores locales han tenido que entender estos eventos y ajustarse a los cambios de una manera paulatina.
Un reciente informe publicado por la Comisión Económica para América Latina (Cepal) indica que Honduras es el país más afectado por el cambio climático en Centroamérica con pérdidas estimadas en US$5.592 millones, equivalentes a un 41% de todas las pérdidas registradas por estos eventos en Centroamérica. entre 1930 y 2008 la región padeció 248 eventos extremos mayores asociados a fenómenos climáticos e hidrometeorológicos. Honduras ha recibido la mayor cantidad (54) y Belice la menor (18).
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