Los ciudadanos de Costa Rica ya cuentan con una herramienta que le asegura que el proyecto de vivienda por el que está apostando cumple con todos los requisitos de calidad. Esto gracias a que a finales del año anterior, el Instituto de Normas Técnicas de Costa Rica (INTECO) y la Cámara de la Construcción (CCC) desarrollaron los requerimientos para certificar las torres de viviendas o edificaciones verticales.
Con dicha certificación, INTECO garantiza que los proyectos verticales están cumpliendo con todas las exigencias legales de construcción que existen en el país. Por su parte, la Cámara de la Construcción busca garantizar la formalidad de los proyectos de vivienda vertical que se construyen en el país.
El primer proyecto que cuenta con la certificación vertical son las torres Fuente del Sol, ubicado en Calle Fallas de Desamparados. La certificación tiene vigencia por un año y el inmueble debe de tener más de dos pisos y ser al menos 50% residencial.
Alfonso Montero, director de la Unidad de Certificación de Producto de Inteco, explicó que con esta certificación se pretende que el proyecto, desde la preventa, garantice a sus clientes que se cumple con todas las formalidades y permisos necesarios, así como que el desarrollador no tenga sanciones en el Colegio de Ingenieros y que cuenta, además, con un equipo técnico competente para todas las actividades del proyecto, entre otros aspectos.
Para el Ing. Gonzalo Delgado, presidente de la CCC, “esta certificación es una gran herramienta para que los costarricenses y en especial, las familias de clase media, puedan tener la seguridad de comprar una vivienda que cuenta con todos los permisos y sobre todo, que garantiza la calidad de la misma. Además, incentivamos a los desarrolladores para que se unan a esta iniciativa que beneficia a la población costarricense”.
Para que el proyecto pueda obtener la certificación debe de contar con una memoria descriptiva del proyecto, los permisos de la municipalidad, viabilidad de Setena, cumplimiento de los requisitos legales y documentación de sus fuentes de financiamiento, para garantizar la transparencia del mismo.
Otros requisitos que se les solicitan a los proyectos son: tener al día las certificaciones del Colegio de Ingenieros, un desarrollador afiliado a la CCC, un equipo a cargo del proyecto con más de cinco años de experiencia y que participen profesionales con especialidad en cada área del proyecto. Además, se solicitan declaraciones juradas del cumplimiento de la reglamentación y la certificación literal de las propiedades.
De acuerdo con INTECO, posterior a la revisión documental se verificará que el equipo técnico que lleva a cabo la construcción cumpla con los requisitos necesarios, se dé un adecuado manejo de residuos y de sistema de calidad sobre materias primas; también la bitácora del proyecto, tratamiento de productos no conformes, quejas, reclamos, así como garantía de que la salud ocupacional en el proyecto se esté cumpliendo.
El funcionario de INTECO explicó que el proceso para certificar los proyectos de edificaciones verticales consiste en dos etapas.
“El primer paso es la evaluación de la etapa documental. Esta es donde se analizan todos los permisos, los vistos buenos de Setena y de las municipalidades, disponibilidad de aguas, ensayos de compactación del suelo y
de movimientos de tierras, entre otros. La segunda etapa se centra en la parte constructiva, la cual toca aspectos como evaluación de cimientos, levantamiento estructural del edificio, la obra gris y los acabados, entre otros”, dijo Montero.
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