Estos son algunos de los errores y de los falsos mitos más típicos en los que suelen caer los inversores, según Santiago Daniel, director de Productos de Inversión del Centro de Inversiones de Deutsche Bank:
1. Los inversores se vuelven arriesgados cuando los mercados suben y conservadores cuando bajan. Tenerlo en cuenta permite controlar los impulsos. Conviene recordar que acertar con el momento exacto para entrar o salir de un mercado es casi imposible. La clave para una inversión inteligente es haber definido correctamente desde el inicio los objetivos, el perfil de riesgo, los plazos, y una estrategia y distribución de cartera adecuados. Que ni el pánico ni la avaricia nos desvíen de nuestro plan.
2. Se mantienen las posiciones que arrojan pérdidas y se venden aquéllas con ganancias. La esperanza de recuperar las pérdidas muchas veces nos hace persistir en el error. Las pérdidas y ganancias de parte de nuestra cartera deben evaluarse con una óptica amplia. Unas pérdidas en una inversión a largo plazo pueden mantenerse si encajan en el plan de inversión. Si no es así, debe revisarse. Además, el precio de compra es irrelevante a la hora de tomar decisiones de inversión.
3. Se analizan los activos uno a uno y no la cartera de forma agregada. Medimos tan sólo las pérdidas en el momento de vender, como si éstas no existiesen hasta entonces, y en euros, no como porcentaje de la cartera. Se debe evaluar el conjunto de nuestra inversión.
4. Las decisiones de comprar se suelen tomar en base a rentabilidades pasadas. Persistimos en fijarnos en un fondo o un valor que subieron un 20% en un año. En los fondos, debemos evaluar aspectos como el volumen gestionado, la coherencia de los resultados y el cuartil en el que se sitúa. Lo mismo en las acciones: trayectoria, perspectivas de su sector, información del equipo gestor. Toda esta información es pública.
5. Los inversores tienden a promediar a la baja el precio de adquisición comprando más títulos de un activo que no deja de caer. Pero nadie nos garantiza que ese activo vuelva a subir, como quedo patente en la burbuja puntocom.
6. Otro falso mito es que una buena empresa tenga que ser, necesariamente, una buena inversión. El funcionamiento de la bolsa está sometido a muchas variables. Puede ser que, en el momento de comprar, la empresa esté sobrevalorada y se produzca un ajuste. O pueden producirse accidentes, pueden surgir competidores inesperados.
7. Los precios de los activos ya incorporan todas las expectativas por lo tanto nadie sabe más que el propio mercado. La estrategia de "comprar cuando sube" y "vender cuando cae" es una auténtica utopía. De hecho, los inversores tienen a invertir de forma agresiva en renta variable cuando la bolsa lleva tiempo subiendo, y pasándose de forma masiva a la renta fija cuando la bolsa baja. El resultado es haber comprado cara la renta variable, venderla barata, e invertir en renta fija cuando menos rentabilidad ofrece.
8. No es inteligente creerse más inteligente que el mercado, ni intentar predecir su movimiento a corto plazo. Sin embargo, sobre el largo plazo podemos conocer algunas tendencias.
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