Final contra Herediano
Cartago teñido de azul
La victoria 3 a 1 sobre Herediano mantiene viva más que nunca la esperanza de los fieles y orgullosos seguidores.
Cartaginés tiene ilusionada a una provincia en la que brotan por doquier los colores azul y blanco.
En las calles, los comercios, en las casas... las banderas alusivas al club retratan la euforia de una afición que espera, por fin, ver a su equipo coronado campeón.
La victoria 3 a 1 sobre Herediano mantiene viva más que nunca la esperanza de los fieles y orgullosos seguidores.
Desde que terminó el juego el domingo pasado, la pasión de los aficionados brumosos se representó de diversas formas.
Desde caminatas tipo “romería” por las calles de la Vieja Metrópoli hasta montar un verdadero carnaval con tumbacocos, las múltiples facetas de un festejo singular. Hubo quienes dejaron la cocina sin ollas para simular tambores y unirse a la peculiar fiesta.
Un lunes de felicidad
Ayer, la semana empezó diferente en Cartago, se respiraban aires de optimismo y una felicidad que solo el futbol es capaz de provocar.
Quienes asistieron a sus trabajos (y sus patronos se los permitieron) llegaron con la camiseta del Cartaginés como el máximo símbolo de la victoria. Otros, optaron por adornar las vitrinas de sus tiendas con el inconfundible “Vive, Vive”.
Sin olvidar aquellos que por pasarse de tragos se declararon incapacitados por un día y a los que devolvieron a la casa por no estar en condiciones de laborar.
En fin, la provincia está teñida de azul; la gente mantiene intocable la ilusión de que su amado club haga historia y el próximo sábado, regrese del Rosabal Cordero con el trofeo en sus manos.
En las calles, los comercios, en las casas... las banderas alusivas al club retratan la euforia de una afición que espera, por fin, ver a su equipo coronado campeón.
La victoria 3 a 1 sobre Herediano mantiene viva más que nunca la esperanza de los fieles y orgullosos seguidores.
Desde que terminó el juego el domingo pasado, la pasión de los aficionados brumosos se representó de diversas formas.
Desde caminatas tipo “romería” por las calles de la Vieja Metrópoli hasta montar un verdadero carnaval con tumbacocos, las múltiples facetas de un festejo singular. Hubo quienes dejaron la cocina sin ollas para simular tambores y unirse a la peculiar fiesta.
Un lunes de felicidad
Ayer, la semana empezó diferente en Cartago, se respiraban aires de optimismo y una felicidad que solo el futbol es capaz de provocar.
Quienes asistieron a sus trabajos (y sus patronos se los permitieron) llegaron con la camiseta del Cartaginés como el máximo símbolo de la victoria. Otros, optaron por adornar las vitrinas de sus tiendas con el inconfundible “Vive, Vive”.
Sin olvidar aquellos que por pasarse de tragos se declararon incapacitados por un día y a los que devolvieron a la casa por no estar en condiciones de laborar.
En fin, la provincia está teñida de azul; la gente mantiene intocable la ilusión de que su amado club haga historia y el próximo sábado, regrese del Rosabal Cordero con el trofeo en sus manos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario