Visita oficial y reunión con Laura Chinchilla
Obama impulsa a Costa Rica a entrar a ‘club de los países ricos’
Opina que país es ‘gran candidato’ para ingresar a la OCDE y a alianza del Pacífico
Mandatarios coinciden en evitar que la seguridad marque lazo bilateral
El presidente del poderoso Estados Unidos, Barack
Obama, llegó ayer a Costa Rica con un fajo de elogios para Costa Rica,
al punto de calificarlo como “un candidato excepcional” para entrar a
foros de países de mayor desarrollo.
Procedente de México, Obama cumplió su programa de ayer
con total puntualidad. Llegó a la 1:50 p. m. al aeropuerto rodeado de
curiosos y una hora después ya estaba sentado en la reunión bilateral
con su anfitriona, Laura Chinchilla, ofreciéndole apoyo para sus
intenciones de meter a Costa Rica al “club de los países ricos”.
Así
se le conoce a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo
Económico (OCDE), el foro al que el gobierno de Chinchilla se propone
ingresar para apalancar un mayor crecimiento de su economía y de su
competitividad.
Dos horas después, Obama y
Chinchilla dieron una conferencia de prensa de casi 50 minutos en la que
el estadounidense abundó en alabanzas al país al calificarlo como
“líder” en derechos humanos, educación, democracia, libertad de prensa y
libre comercio.
Así enganchó para decir que Costa
Rica sería un buen candidato para ingresar a la OCDE; aunque no dijo de
manera manifiesta que Washington votaría a favor de la membrecía tica
para el grupo de 34 países con sede en París.
“Continuaremos
apoyando a Costa Rica para que siga expandiendo su influencia”, expresó
Obama en la rueda de prensa, parado a dos metros de Chinchilla, quien
minutos después le agradeció el “apoyo expreso”.
Consultado
el ministro de Comunicación, Francisco Chacón, diría después que
Obama sí comprometió su apoyo en la cita bilateral.
Este
respaldo vale también para las intenciones del Gobierno de entrar a
otro foro llamado Alianza Transpacífica (TPP, por sus siglas en inglés),
pues podría incrementar su competitividad en conjunto con países de
América y Asia, a ambos lados océano Pacífico.
Lograr
el apoyo de Estados Unidos era uno de los objetivos concretos de
Chinchilla y sus ministros para una visita centrada en el concepto de
“desarrollo económico conjunto”, dejando en tercera línea el tema del
narcotráfico y del crimen organizado.
Narco al margen. “No
queremos que el tema de la seguridad defina nuestra relación”, dijeron
ambos en momentos distintos, como si se hubieran puesto de acuerdo en
dejarlo claro ante la prensa atenta a la sétima visita de un presidente
de Estados Unidos a Costa Rica.
Consultado sobre el
costo que Estados Unidos asume por el narcotráfico (culpable de más de
140.000 muertes en Centroaméricas en los últimos diez años) Obama
afirmó que su país también ha sufrido en suelo propio. “No estamos
exentos”, contestó segundos antes de asegurar que no pretende
militarizar la lucha contra el trasiego de drogas en el continente.
Ya
eran más de las 5:30 p. m. y llovía. San José seguía paralizado y
sellado por el dispositivo de seguridad; los otros seis mandatarios de
Centroamérica iban ya camino al Teatro Nacional para una reunión
multilateral sin guion ni ensayos. Antes, lanzó su último cumplido ante
la prensa: un “pura vida”.
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