Tomado de www.skyscrapercity.com
Fuente: Mundo Marítimo
Viernes, 05 de Julio de 2013 09:39
Nicaragua estaría perdiendo "capacidad de
negociación", en sus ambiciones de promover un canal interoceánico al
otorgar una concesión de largo plazo a un empresario chino que “no fue
evaluado competitivamente en una licitación”.Esta es la consideración del Dr. Roberto Artavia, ex Rector del Instituto Centroamericano de Administración de Empresas, INCAE, quien además de catedrático ha sido además asesor de importantes empresas en la región, incluyendo el proyecto del Canal de Panamá en la última década.
Artavia analizó para la “fiebre canalera” que se ha desatado en Centroamérica, con la existencia de la concesión nicaragüense a Wang Jing, las relaciones de Costa Rica con China, y los proyectos de construir un “canal seco” en Guatemala y Honduras. Su conclusión es que todas las rutas para integrar por vía terrestre o ferroviaria los puertos del Atlánticos y del Pacífico son viables, pero por ahora el único proyecto serio de alcance internacional es al canal de Panamá ampliado.
La bancada oficialista del FSLN aprobó una concesión canalera al empresario chino Wang Jing, por cien años, para hacer estudios, construir y manejar, un canal profundo y otras obras de infraestructura a un costo de 40 mil millones de dólares.
¿Cuál es su apreciación sobre la consistencia de esta concesión y la eventual viabilidad de este proyecto?
Una concesión de cincuenta años, prorrogables a cien, no tiene sentido en este momento por varias razones:a) Si el proyecto no ha sido aún definido en forma final, por qué precipitarse a darle cincuenta años. Suponiendo que el proyecto tenga sentido técnico y de mercado, el plazo de una concesión se define en función de los flujos necesarios para recuperar la inversión y dar una ganancia razonable. No hay por qué predefinir el plazo a menos que la intención sea darle beneficios a los socios más allá de lo necesario,
b) Como el proyecto no ha sido demostrado como factible, al adelantar el plazo de la concesión, se está perdiendo capacidad de negociación. Si ya la concesión fue otorgada no se podrán negociar plazos, tarifas, compromisos ambientales y sociales y, en fin, docenas de temas que se negocian antes de adjudicar y que se usan para conseguir las mejores condiciones para el país,
c) Entregar una concesión a una empresa que no fue evaluada competitivamente con otros oferentes es perder insumos valiosos del proceso de concesión. En una licitación de esta magnitud, ni siquiera es necesario entregar todo a una sola empresa, se pueden optimizar valores dividiendo el proyecto en sus partes valiosas. Y hay otras razones, pero creo que ante lo ocurrido es indispensable saber qué objetivos persigue el gobierno al "entregarse" antes de tiempo y en esta forma.
¿Considera que la propuesta que presenta el gobierno de Ortega podría convertirse en una alternativa al canal de Panamá, que está en proceso de ampliación?
He sido asesor del Canal de Panamá en diferentes momentos de la última década. Conozco bien su economía y factores críticos de éxito, sé la complejidad técnica, económica, ambiental, social, operativa y financiera de sus operaciones y francamente no veo cómo un canal más largo, menos profundo, con menos experiencia, sin trayectoria (el de Panamá cumple un siglo de operación el año que viene), y en una nación sin cultura logística ni marítima pueda competir. Ahora, como no hay diseño, sino solo una idea basada en un sueño centenario, no puedo dar una opinión definitiva.¿Conoce la percepción de los gobiernos de Centroamérica o del sector empresarial de la región ante el proyecto anunciado por Nicaragua?
He oído muchos comentarios en Panamá, Costa Rica, Nicaragua y Guatemala. En general el proyecto se ve como un sueño irrealizable y como una dinámica que lo único que garantiza es mayor control del orteguismo sobre Nicaragua y por mucho tiempo más. Pero, como es un sueño que comparten muchos nicaragüenses, aunque se duda del proyecto, casi todos los locales terminan diciendo "ojalá se pudiera," y eso es suficiente margen para que Ortega siga adelante vendiendo ilusión.Costa Rica suscribió un convenio con el presidente chino para construir una refinería y ampliar una carretera o corredor logístico entre Moín en el Caribe y puerto Caldera. ¿Cuáles son los alcances de este proyecto y de la relación del gobierno de Costa Rica con China?
Bueno, parece que la refinería está agonizando como proyecto y creo que eso pone en peligro también la carretera y el proyecto logístico. Pero con todo y las dificultades hay una diferencia fundamental entre estos proyectos y el del canal en Nicaragua. Los proyectos de Costa Rica son con el gobierno chino y empresas chinas de amplia trayectoria en la industria petrolera y de construcción con el gobierno de Costa Rica.El socio de RECOPE si se diera la refinería, sería una de las más grandes empresas petroleras de China. El alcance general es mejorar la conectividad logística entre mares, pero lo entiendo más como una aspiración nacional de eficiencia que como un proyecto chino de logística internacional.
En el caso del canal de Nicaragua estamos hablando de una empresa desconocida, por el momento sin apoyo del gobierno chino y de un empresario sin trayectoria en las industrias relevantes. Una gran diferencia.
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