Electricidad. Foto de sxc.hu
Fuente: Panamá América Miércoles, 19 de Noviembre de 2014 09:38 (modificado)
El Tapón del Darién, es uno de los puntos que dificulta el proyecto.
A pesar de la preocupación que ha generado el proyecto de Interconexión eléctrica con Colombia por parte de ambientalistas y grupos indígenas, desde hace 10 años cuando se habló de esta alternativa, los preparativos continúan adelante por parte de las actuales autoridades.
Según la Empresa de Transmisión Eléctrica (Etesa), ya se definieron los corredores por donde principalmente podría pasar la ruta, aunque aseguran que no se va a tocar el Tapón del Darién, y que solo se afectará un bosque secundario en el área delimitada.
Sin embargo, los ambientalistas se muestran preocupados por esta decisión, ya que ellos indican que un proyecto de esta dimensión no solo debe ser consultado a las autoridades indígenas, sino también al pueblo en general.
De acuerdo con Iván Barría, gerente de Etesa, el proyecto no contempla la construcción de trochas, ya que utilizará un método constructivo moderno para la instalación de las torres.
Expertos consideran que aunque las torres de transmisión se instalen por helicóptero, igualmente se tendrá que remover la vegetación del área.
“Tenemos una ruta definida, no pasa por el Tapón del Darién, llega casi a cabo Tiburón por el lado de Colombia e ingresa a Panamá por la reserva Emberá. Son alrededor de 40 kilómetros de bosque secundario que se afectaría, sin embargo, se utilizarán métodos de construcción modernos sin trochas en ese tramo específico que es dificultoso y es precisamente en el tramo de la frontera donde no queremos trochas”, aseguró Barría.
Expectativa
Tania Arosemena, coordinadora de asuntos legales y ambientalistas del Centro de Incidencia Ambiental de Panamá (Ciam), considera que tomando en cuenta la riqueza y biodiversidad que existe en Darién, la población necesita de una mayor explicación.
Arosemena asegura que las autoridades comerciales aún no han dado su autorización para la realización del proyecto eléctrico, el cual va a tener un impacto en la región.
“Nos preocupa en sí el proyecto y la envergadura que tiene. Este estudio lleva más de 10 años y así como en Colombia las regulaciones son más estrictas, así mismo en Panamá las autoridades deben exigir a las empresas que difundan esta información, no solo en la zona que va a ser afectada sino también en todo el país”, indicó.
Aseguró que cualquier actividad humana causa un impacto al ambiente y la zona donde se desarrolla este proyecto es muy sensitiva.
“Independientemente de que la infraestructura que tiene que instalarse sea por helicóptero, igual tienen que remover la cobertura vegetal, la tierra, al igual que también tienen que darle mantenimiento a las torres una vez sean instaladas”, señaló.
Según las autoridades de Etesa, el mantenimiento a las infraestructuras se realizará a través de “helicópteros”.
“Es necesario que a nivel nacional se establezcan cuáles son las ventajas para Panamá que le proporcionará el proyecto, porque vamos a estar sacrificando parte de nuestro territorio para esas instalaciones”, destacó Arosemena.
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