Advertencia: esta receta no se cocina igual en cada lugar.
Hace 6 años en Managua había entre 179 por ciento y 1.552 por ciento
de congestión judicial en materia penal. El porcentaje corresponde al
número de casos vigentes más los ingresados, como proporción de casos
terminados.
Si cerraban los Juzgados para no recibir más casos nuevos, les
tomaría 10 años resolver todos los casos acumulados. Había instancias
donde sólo se podía resolver el 40 por ciento de los casos que recibía
un despacho judicial al año.
Hoy día hay mora judicial 0 en materia penal en Managua. Así es, “cero”.
Si usted quiere que en su país se resuelvan todos los casos nuevos
que entran a su sistema judicial anualmente, puede intentar adaptar esta
sencilla receta de 6 ingredientes que usaron en Nicaragua con el apoyo del BID:
1) Asegúrese de tener una fuerte dosis de liderazgo para el cambio.
Este es un proceso que requiere apoyo y supervisión permanente desde lo
más alto del Poder Judicial, hay muchos interesados en que este
delicatesen no se termine de cocer. Un gerente eficiente también le da
una sazón especial.
2) Limpie la mesa. Bote lo que no sirva. Muchos de
los casos que están haciendo fila para ser resueltos ya deben haber
prescrito o no tienen acción de las partes desde hace mucho tiempo.
Trabaje sólo con los casos que realmente requieran ser resueltos.
3) Agregue una pizca de tecnología. Es muy
importante poder medir permanentemente cuantos casos hay en curso y
saber dónde están en tiempo real. Si no, como vamos a saber cómo vamos
mejorando o donde están los cuellos de botella? Proceso que no se mide
no se puede controlar.
4) Añada expertos para que administren la gestión de los despachos judiciales. Los jueces son muy eficientes para impartir justicia; los administradores lo son para administrar.
5) Mejore los servicios de soporte administrativo, tales como gestión de archivos y notificaciones. Los expedientes no deben andar dando vueltas sin control en las oficinas, tienden a perderse y a estorbar.
6) Complete con infraestructura física. Cuanto de
este ingrediente agregar depende de cada país, pero es necesario hacer
algún nivel de ajuste, sea adecuando lo que se tiene, o agregando
infraestructura nueva. Este modelo de gestión requiere de
infraestructura física diferente.
Como toda receta, acuérdese que el orden de los ingredientes suele
ser importante. La infraestructura solo puede cambiarse cuando tenga
claro cómo va a operar el modelo. Luego deje cocer por unos pocos años,
con mucha supervisión, y verá qué satisfechos quedarán los comensales
del servicio judicial.
Si no lo cree, pregúntele al 90% de los usuarios de servicios judiciales en Managua que declaran estar satisfechos hoy día.
García Mejía es especialista del BID en modernización del Estado
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