Guatemala tiene los costos de transacción más altos,
en cierre de hipoteca, seguros, y comisiones pagadas a las
inmobiliarias, asociadas a la adquisición y venta de la propiedad en
Latinoamérica.
La referencia se hace en el estudio Se busca vivienda en alquiler: opciones de política para América Latina y el Caribe, del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Según el documento, los costos en Guatemala representan un 16% (el techo), mientras que en América Latina el promedio para 16 países analizadas es 11%, con un mínimo de 6% para Argentina. En EE.UU. es hasta el 9% del valor de la residencia.
Esta razón financiera sería, se cita, un impulso para la renta. “Aun en aquellos mercados donde la vivienda se está apreciando, el alquiler puede ser una mejor alternativa cuando la tenencia va a ser corta, dado que las posibles ganancias de capital no compensan los costos de transacción”, se describe.
Otras de las preferencias por las que se considera que muchos optan por alquilar en el mundo son no estar preparados para compromisos de largo plazo, así como hogares jóvenes, estudiantes y otros residentes temporales, divorciados y parejas que quieren disminuir su gasto cuando los hijos dejan el hogar.
Solución habitacional
El BID presenta con este estudio un instrumento para solucionar el problema de vivienda que posee Latinoamérica y el Caribe, ya que en 2009 se registraba que el 37% de los hogares de la región (casi 54 millones de familias) sufría algún tipo de carencia habitacional. Se estima que en 2015 llegue a los 59 millones.Esto a pesar de que la mayor parte del mundo es dueña. Por ejemplo, la tasa de propiedad en la región está cerca del 64%, dato que puede parecer alto al compararlo con regiones más desarrolladas.
En Centroamérica, Nicaragua y Honduras registran tasas de entre 50% y 60% de alquiler, mientras que Panamá, El Salvador, Guatemala y Costa Rica, entre 60% y 70%.
En Latinoamérica y el Caribe la autoconstrucción de casa informal ha permitido a muchas familias no solo acceder a un inmueble sino también a títulos de propiedad a posteriori, por medio de programas de regularización, lo cual tiene implicaciones en calidad y acceso.
Pese a la tendencia de propiedad, el mercado de alquiler es significativo en nuestros países, pues uno de cada cinco hogares alquila su vivienda, proporción que ha ido aumentando en los últimos 10 años, en especial en las áreas urbanas, y en las ciudades más grandes, en donde sobrepasa el 40%.
“Este hecho es crucial en una región donde la población urbanizada supera el 80%, proporción que seguirá creciendo en los próximos años”, se lee. En Centroamérica el porcentaje más alto de alquiler lo tiene Honduras, con 25%, seguido de Guatemala y Costa Rica, con 22%; el más bajo lo tiene Nicaragua, 5%.
El estudio subraya que la oferta de alquiler presenta mejores condiciones en infraestructura y materiales de construcción en relación con la informal, y condiciones similares a la formal.
“Es una alternativa eficiente y efectiva en función de los costos para resolver los problemas del déficit habitacional cuantitativo y cualitativo”, concluye.
La investigación sugiere a los gobiernos incluir la renta como una opción en sus políticas de vivienda, pues el mercado formal está limitado por regulaciones, asimetría de información y altos costos de transacción.
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