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Fuente: Diario Financiero
Jueves, 14 de Noviembre de 2013 12:04 (modificado)
Telefónica se ha acercado a potenciales socios y
objetivos de adquisición en México para desafiar a Carlos Slim en el
mercado de la telefonía móvil, según fuentes de Bloomberg.
América Móvil, propiedad del multimillonario Carlos Slim, domina el mercado de celulares y de telefonía fija, con un 70% de la participación respectivamente.
El grupo español, por su parte, cuenta con 20 millones de clientes en México que equivalen a una cuota de 20% del mercado, y registra ventas anuales por 1,6 billones de euros (US$2.153 millones).
“Hace mucho sentido que Telefónica quiera impulsar su presencia en México, un mercado que tiene un gran potencial de crecimiento”, dijo Alberto Espesolin, quien ayuda a administrar cerca de 1.300 millones de euros (US$1.800 millones), incluyendo las acciones de Telefónica, en Abante Asesores en Madrid. “La compañía no ha realizado un buen trabajo en México hasta ahora, y está probado que es un mercado altamente competitivo”, agregó.
Potenciales blancos
El conglomerado español habría mantenido conversaciones con compañías como Iusacell, un rival más pequeño en el mercado de celulares, el cual es de propiedad de Ricardo Salinas y del proveedor de televisión por cable Televisa.Imagen foto_00000003Otros potenciales interesados son la propia Televisa y el holding Megacable, aunque una transacción con cualquiera de estas empresas no se ve como una buena oportunidad porque estos grupos no estarían dispuestos a ceder el control de sus activos.
Pero otra fuente con conocimiento del tema informó a Bloomberg que Telefónica ya estaría de hecho trabajando con Banco Santander y Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA) para buscar posibles adquisiciones.
El presidente de Telefónica Cesar Alierta está moviendo su foco a México después de encontrar un socio de fusión para Telefónica en Alemania, incrementar la participación indirecta en la compañía Telecom Italia, y deshacerse de activos en Irlanda y República Checa.
Telefónica presentó a principios de mes una fuerte caída en sus ganancias de los primeros nueve meses, ensombreciendo su progreso en reducir deuda. La compañía vio un debilitamiento de su operación en Brasil, con una caída de ingresos operacionales de 21%, y en España, que juntos equivalen a casi 50% del negocio.
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